La tensión subió este jueves un escalón más en Cataluña en el cuarto día de protestas consecutivas contra las condenas a los líderes del fallido proceso de secesión de 2017, tras registrarse nuevos disturbios al finalizar una concentración independentista en Barcelona y una brutal agresión de un grupo ultraderechista a un joven antifascista.

En medio de un clima de fervor, el presidente catalán, Quim Torra, propuso un nuevo referéndum de autodeterminación sin acuerdo con el Ejecutivo español, que no sirvió para calmar los ánimos y profundizó la crisis que existe desde hace tiempo en su gobierno de coalición.

Pese a los numerosos llamados a la calma y serenidad que se sucedieron durante toda la jornada, luego de la batalla campal que se libró en la noche el miércoles entre manifestantes extremos y policías en pleno Example derecho de Barcelona, los disturbios no cesaron.

Manifestantes que se declaran antifascistas e independentistas volvieron a levantar barricadas y se enfrentaron con la policía, esta vez en la céntrica Rambla de Cataluña, en el Example izquierdo, al término de la concentración que reunió a unas 13.000 personas convocada por los Comités de Defensa de la República (CDR), grupos a los que las autoridades atribuyen la escala de violencia que está teniendo lugar en la norteña región.

A diferencia de los días previos, los choques con la policía comenzaron cuando los agentes intentaban evitar un enfrentamiento entre los independentista radicales y ultraderechistas, algunos de los cuales terminaron a los golpes y lanzándose botellas.

Además, un joven de 23 años fue agredido brutalmente con bates de beisbol y palos por un grupo de uso diez ultraderechistas, ataque cuyas imágenes fueron registradas y difundidas en las redes sociales.

Los ultraderechistas se habían concentrado en la Plaza Artós, en el barrio de Sarría, a donde también acudieron militantes antifascista para repudiarlos, sin llegar a enfrentarse debido a una fuerte presencia policial.

Sin embargo, luego de la concentración, los ultras se dirigieron hacia el lugar de la manifestación de los CDR en busca de un enfrentamiento.

Unos 200 jóvenes antifascistas que participaban de la concentración de los CDR y tenían información de los movimiento de los ultraderechistas, salieron a su encuentro en Rambla Catalunya, armados con hierros y palos.

Al grito de "Cataluña antifascista" e "Independencia", los manifestantes alcanzaron a los ultraderechistas, que estaban en minoría y emprendieron una retirada mientras se lanzaban objetos.

La policía intervino para evitar que el choque entre ambos grupos fuera a más, pero terminó envuelta en nuevos enfrentamientos con los antifascistas e independentistas, quienes fueron extendiendo sus barricadas e hicieron arder contenedores y sillas de los bares de la zona, en la tercera jornada de disturbios violentos consecutiva.

Mientras se producían los enfrentamientos, que fueron cobrando virulencia con el correr de las horas, Torra ofreció una entrevista al canal público catalán TV3 en la que reiteró que "la violencia no representa el movimiento independentista" y pidió "seguir siempre el camino del civismo".

Torra también insistió en la propuesta que hizo ante el parlamento catalán de volver a celebrar un referéndum por la vía unilateral.

El gobierno español del socialista Pedro Sánchez subrayó en que no habrá "impunidad" para los responsables de delitos de desordenes públicos en Cataluña, luego de que en los primeros tres días del protestas se produjeran medio centenar de denuncias por los disturbios.

Asimismo, insistió en que actuará con firmeza frente a la escalada de la crisis catalana, en función de las decisiones que tome el gobierno regional, y no en declaraciones, como la propuesta de un nuevo referéndum lanzada por Torra a sus huestes con la intención de aplacarlos.