El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció que su Gobierno extiende las duras medidas restrictivas del norte del país a toda la península para intentar contener el avance del coronavirus.

Bajo las nuevas restricciones, que regirán a partir de este martes, las personas sólo podrán abandonar sus ciudades por cuestiones laborales o de salud, y deberán acreditarlo. Además, las escuelas permanecerán suspendidas y los restaurantes y bares deben cerrar al anochecer.

Antes que ello, miles de ciudadanos se agolparon en los supermercados para proveerse de alimentos en las horas previas al inicio de la medida tomada por el gobierno italiano que los confina al aislamiento por 40 días

Este lunes, hubo largas filas en lugares de abastecimiento nocturnos después de la extensión de las limitaciones. Las nuevas medidas prohíben viajar a menos que sea por razones laborales, de salud o de necesidad. Entre estos últimos, se contempla expresamente la necesidad de comprar alimentos.

“No habrá una zona roja, una zona restringida del país y otra no. Italia estará protegida en su conjunto. Se trata de evitar los movimientos en toda la península, con excepción de casos de necesidad, por motivos laborales o de salud”, indicó el mandatario.

Hasta el momento estas restricciones aplicaban para una “zona roja” en el norte del país, con una población de 16 millones de personas. Ahora afectan a todo el territorio y a los 60 millones de italianos.

El coronavirus en Italia ha causado ya 463 muertos con un total de 9.172 caso confirmados, lo que significa que el país europeo alberga al brote más importante del mundo después de China, donde surgió el virus. El principal foco dentro del país europeo se encuentra en la Lombardía, en el norte.