Científicos del Imperial College de Londres (Inglaterra) publicaron un estudio que afirma que la intervención estatal en 11 países de Europa logró prevenir 59 mil nuevas muertes por covid-19. Confirma que el distanciamiento social es una medida clave para contener el número de víctimas fatales y otro estudio anticipa que superada la pandemia, nuestra vida ya no será igual y serán necesarias ciertas medidas para mantener a raya al virus.

Mientras exista una persona infectada en el mundo los brotes pueden seguir apareciendo si no se aplican medidas de contención estrictas”, señala Gideon Lichfield, editor en jefe del MIT Technology Review en un artículo publicado el 17 de marzo. 

Allí afirma que pese a que se logre controlar la pandemia la vida no volverá a ser la misma y serán necesarios ciertos recaudos: reforzar la cuarentena obligatoria cada vez que las unidades de terapia intensiva estén cercanas a colapsar y relajar las restricciones cuando se alivien.

Según el modelo que propone el Imperial College para el Reino Unido el distanciamiento social y el cierre de escuelas –dos medidas consideradas críticas– deberían aplicarse por el periodo de dos meses, con uno de descanso, hasta que haya una vacuna disponible. Lo que equivale a un tercio del tiempo de un mínimo de 18 meses, periodo estimado para tener una vacuna contra el coronavirus.

Los investigadores afirman que aumentar la fabricación de respiradores para las salas de terapia intensiva no supera al distanciamiento social como medida preventiva. “Sin el distanciamiento social de toda la población, incluso con la mejor estrategia de mitigación— que significa aislamiento o cuarentena de los enfermos, los ancianos y los que han estado expuestos, además del cierre de escuelas—el número de personas gravemente enfermas aumentaría ocho veces más de lo que el sistema de los Estados Unidos o el Reino Unido pueden soportar”.

Fuente: MIT Technology Review

Lichfield incluso va más allá y agrega: “Si las fábricas pasaran a producir camas y ventiladores y todas las demás instalaciones y suministros necesarios, se necesitarían muchas más enfermeras y médicos para cuidar de todos”.

Por su parte, una investigación del Imperial College plantea un escenario en donde se establece un periodo de cinco meses de distanciamiento social o cuarentena obligatoria como la que aplica Argentina.

Los resultados en ese modelo tampoco son satisfactorios, puesto que una vez que se levantan las medidas restrictivas “la pandemia vuelve a estallar, solo que esta vez es invierno—en el hemisferio norte—, la peor época del año para sobrecargar los sistemas de salud”. La advertencia resulta premonitoria para países del hemisferio sur como Argentina que entran en sus etapas frías a partir de abril.

Fuente: MIT Technology Review

El artículo del MIT infiere que aunque se establezcan medidas brutales como topes de camas en las terapias intensivas con el objetivo de endurecer el distanciamiento social, el panorama no mejora de forma significativa. Incluso deja constancia que en los escenarios menos restrictivos que desarrolló el Imperial College, el tiempo de encierro supera la mitad del que se necesita para alcanzar una cura. 

Todo esto supone para el autor que lo que trae consigo esta pandemia de covid-19 “no es una interrupción temporal. Es el comienzo de una forma de vida completamente diferente”.

El aislamiento, la mejor medida para evitar muertes

 

El estudio de los científicos del Imperial College publicado el 30 de marzo destaca como eficientes acciones “no farmacéuticas... incluido el aislamiento de casos, el cierre de escuelas y universidades, la prohibición de reuniones masivas y/o eventos públicos y, más recientemente, el distanciamiento social a gran escala, incluidos los bloqueos locales y nacionales”. Lo que en Argentina se denominó Aislamiento Social Preventivo Obligatorio y que se aplica desde el 19 de marzo y rige hasta el 12 de abril inclusive.

El informe es el resultado de un estudio basado en un modelo jerárquico bayesiano semi-mecanicista –una proyección matemática en base a estadísticas– que calculó el impacto de dichas intervenciones en 11 países europeos a partir de los datos obtenidos. 

Los científicos explicaron que el resultado en la baja de muertes que proyectó el estudio “son una respuesta inmediata a la implementación de estas intervenciones (aislamiento de casos, cierre de escuelas y universidades, prohibición de reuniones masivas y el distanciamiento social a gran escala) en lugar de cambios graduales más amplios en el comportamiento”.

El estudio a su vez afirma que de sostenerse estas medidas preventivas que reducen los contagios, el número de muertos bajará aún más. “Estimamos que, en los 11 países, entre 7 y 43 millones de personas han sido infectadas con SARS-CoV-2 hasta el 28 de marzo, lo que representa entre el 1.88% y el 11.43% de la población. Se estima que la proporción de la población infectada hasta la fecha es más alta en España, seguida de Italia y más baja en Alemania y Noruega, lo que refleja las etapas relativas de la epidemia”.

Basada en los datos que proporcionó el informe del Imperial College, la consultora británica Statista creó una visualización con las vidas que se salvaron en Italia y España gracias a las medidas preventivas que aplicaron sus gobiernos.

“El modelo muestra que los bloqueos –lo que en Argentina se entiende como cuarentena obligatoria– salvaron 38.000 vidas en Italia y 16.000 en España hasta finales de marzo, junto con otros 2.500 en Francia. También han evitado muertes en países que no han sido tan impactados como Alemania”.

A su vez Statista destacó que “la tasa de mortalidad más baja en Alemania ha desconcertado a los expertos y gracias a las medidas de las autoridades para aumentar las pruebas tempranas e iniciar un cierre parcial, se han evitado 550 muertes”.