En los últimos meses, vecinos en algunos barrios de la ciudad denunciaron al 147 fiestas multitudinarias que llevadas adelante en viviendas sin ningún tipo de habilitación ni insonorización, y según se pudo conocer, eran regenteadas por terceros que subalquilaban el lugar para eventos de fin de semana en zonas residenciales. Ante esta realidad, en el Concejo se abordaron modificaciones en la ordenanza N.º 10.212 nacida en el encierro de la pandemia en torno a las fiestas clandestinas.

“En las redes sociales y en sitios online como Airbnb se publicitan casas de fin de semana para turistas o despedidas de solteros en la ciudad. Son establecimientos donde hay fiestas sin ningún tipo de habilitación”, explicó al móvil de De 12 A 14 (El tres) y Radiópolis (Radio 2), la concejala María Eugenia Schmuck, autora del proyecto que busca modificar esa ordenanza, que ingresó esta semana en la comisión de Gobierno.

Rosario3 pudo confirmar que este asunto ya fue incorporado para trabajar con los asesores de dicha comisión, y fuentes del Concejo confirmaban que es probable que en la semana entrante ingrese sobre tablas para el debate en sesión ordinaria.

“Tuvimos casos de tres viviendas en el noroeste y norte de la ciudad, en Fisherton y en Alberdi”, aseguró la presidenta del Concejo, quien luego ahondó en el asunto: “Al momento no existía normativa para poder intervenir. Se debía recurrir a un juez y a la Policía. Propuse hacer esta modificación para que la Municipalidad pueda sancionar si se demuestra que en esa vivienda hay periodicidad en un alquiler temporario todos los fines de semana para hacer fiestas y si ese lugar no está habilitado por el municipio”.

Reflexionó entonces: “Tenemos una ordenanza de nocturnidad en la que exigimos a salones de fiestas, clubes y boliches su insonorización y muchas adecuaciones. No podemos permitir que haya viviendas de alquileres para fiestas. Se procede a la clausura de estos establecimientos que son muy molestos para los vecinos, ya que se ubican en barrios residenciales".

Esta modificación de la norma prevé “multar tanto al dueño de la casa como al productor del evento, con multas de 3 a 6 millones de pesos. Para multarlos hay que mostrar la periodicidad y que está lucrando con el evento”, adelantó.

En la reunión de comisión de Gobierno el martes de esta semana se planteó la modificación del artículo 2 de dicha ordenanza sobre fiestas privadas, ilegales o clandestinas. Allí, el concejal Fabrizio Fiatti planteó que “se han sumado nuevas modalidades en las que se alquilan los lugares para organizar eventos privados, muchas veces como parte de un circuito turístico. Muchas veces incluso vemos que hay un primer locatario que alquila el inmueble y que luego facilita el espacio para otras personas”.

Lo que plantea el cambio de ordenanza es ampliar el concepto de fiesta clandestina, "estableciendo una serie de supuestos que, de ser constatados, se da por confirmado el fin de lucro, y por lo tanto se hace pasible a ese tipo de conductas de sanciones económicas", aclaró Fiatti.