El juez penal de primera instancia Román Lanzón, antes de resolver si Diego C. quedaba preso por atropellar y matar a los dos ladrones que lo habían asaltado, dio una explicación sobre cómo iba a pronunciarse. Aclaró que "no hay dudas" sobre que intentó asesinar a los delincuentes, aunque dejó abierta la posibilidad a que lo haya hecho bajo una situación de "emoción violenta". Por otra parte, aseveró que también padece "la falta de políticas públicas" en materia de seguridad junto con sus familiares y allegados.

En la audiencia imputativa que se hizo este domingo en videoconferencia, Lanzón analizó antes de resolver: "Es un hecho trágico desde dos puntos de vista. Primero el que sufrió usted, con el robo con uso de arma de fuego, donde lo hicieron arrodillar, con violencia, con disparos al aire, según los testimonios. Es un hecho tremendo. No le resto gravedad".

Y continuó: "Hay otra secuencia que termina con la muerte de dos personas. Sea cual sea la postura, a mi modo de ver, la filmación es contundente para saber que cualquier persona que maneja un vehículo esas condiciones que lo hace no podría haber otra intencionalidad que el resultado que se produjo, que fue la muerte".

El juez indicó que "habrá que profundizar cuál era su estado anímico, emocional y cognitivo para llevar a cabo ese comportamiento", pero enfatizó que "no hay dudas" sobre la intención de matar a los dos delincuentes que lo habían asaltado.

"No estoy para decir si es inocente o culpable. Eso será materia de discusión más adelante", concluyó respecto al proceso judicial.