Conocido en el ambiente como las "catacumbas", hay un museo que no todos conocen y que es uno de los llamativos "escondites" que tiene Rosario en el microcentro. Se trata de la magia del arte bajo tierra, en los sótanos del teatro El Círculo. A través de un informe especial del programa Cada Domingo (El Tres), salen a la luz las maravillosas esculturas de Barnes que realizó a base de yeso y que son el máximo atractivo del lugar. 

Se destacan los catorce relieves rectangulares representativos del Vía Crucis, los quince relieves circulares que constituyen los Misterios del Rosario. Y el gran relieve de la Última Cena, donde doce pares de manos expresan, aún más que los rostros, la reacción de los discípulos ante las palabras de Jesús.

La estatua de la Virgen del Rosario; San Pablo apuntalando su mensaje con el gesto de una mano deliberadamente exagerada, y la de San Antonio, dirigiéndose a los peces porque los hombres se niegan a escucharlo.

Eduardo Barnes nació en Rosario en el año 1901 y se consolidó como uno de los escultores de gran trayectoria y notoriedad en el país por su amplia producción de temática religiosa realizada en piedra, madera y bronce.

Este artista encontró en los fosos del teatro El Círculo un lugar propicio para concebir su obra, el mismo que hoy en día la contiene.