Una expropiación. Un atentado anarquista. La única capilla de altura de Rosario y una historia digna de la novela Harry Potter, con el ambiente del colegio de magia y hechicería Hogwarts. Todo eso y mucho más encierran los gruesos muros de la Facultad de Humanidades y Artes, enclavada en el centro de Rosario, como uno de sus grandes tesoros. 

El programa Cada Domingo, en la pantalla de El Tres, hizo una recorrida por el edificio que está en plena remodelación. Sobre todo la estructura de la capilla, que es realmente imponente y a veces pasa desapercibida en la geografía de cemento del microcentro de la ciudad. 

La remodelación del histórico edificio de Humanidades (fhumyar.unr.edu.ar)

El edificio se levantó en 1903. La capilla fue parte del proyecto de un arquitecto escocés y formó parte del Colegio de la Santa Unión de los Sagrados Corazones, del año 1900. "Te diría que es la única capilla de altura de Rosario", contó Virginia Bas, directora de Infraestructura de Humanidades.

La arquitecta agregó que "en el año 1951 el edificio lo compró la Universidad del Litoral, que luego pasó a ser la Universidad Nacional de Rosario para lo que fue en su principio la Facultad de Filosofía y Letras". 

"Esto fue una expropiación del Estado Nacional a la antigua orden religiosa y a partir del año 1951 la Facultad de Humanidades y Artes funciona en este edificio histórico", describe Alejandro Vila, decano de esta Facultad por la que pasan miles de estudiantes todos los años. 

Luego los anfitriones mostraron la remodelación y puesta en valor del histórico patio de la Facultad de Humanidades, donde durante décadas se realizaron y se realizan recitales, espectáculos, asambleas, concentraciones. 

El nuevo patio de Humanidades (fhumyar.unr.edu.ar)

La licenciada María Eugenia Presce, a cargo de la remodelación de la impresionante fachada de la capilla, destacó que "para Rosario es todo un patrimonio porque no tenemos tantos edificios con arquitectura neomedieval como éste". Y añadió que tiene "una mezcla de estilo gótico y románico, que no se ve mucho en Rosario. 

Un detalle curioso: como el arquitecto que contrató la congregación era de origen escocés, la cruz que está en la cumbre de la capilla es de estilo celta.