"Nos encontramos en La Favorita". Hay pocos edificios tan simbólicos de la cultura rosarina, como el de Córdoba y Sarmiento, en el corazón del centro de la ciudad. Su arquitectura, su ubicación como punto de encuentro de rosarinos de todas las épocas , su vida comercial y el debate actual sobre su transformación tras la salida de Falabella, donde se encuentra en un ícono de la metrópolis. 

Su historia

Los hermanos Ramón y Ángel García comenzaron abriendo un local en la esquina de Sarmiento y Córdoba en el año 1897. Desde ese momento, fue creciendo y se instaló como una de las postales de la ciudad. La maravillosa obra arquitectónica de La Favorita terminó inaugurando en su totalidad en 1929, construido por el estudio Presas y Arman.

Un informe especial del programa Cada Domingo , en el El Tres, dejó a la vista las maravillas del edificio por dentro , donde se destaca la gran escenográfica de la escalera barroca y el histórico jarrón, cómo un símbolo principal del lugar.

María del Carmen García, bisnieta de Ramón, expresó que este lugar "marcó la cotidianeidad para una familia, donde todo lo que se necesita para el día estaba y por eso fue que se impuso como un espacio significativo".

Comenzó siendo un edificio de un solo piso, donde se ubicaba la puntillería en la ochava, el primer negocio.“En ese momento la calle Córdoba era un camino de doble mano que iba desde la plaza 25 de mayo hasta la ciudad de Córdoba; ese era el camino, la entrada como la de cualquier pueblo ”, comenta el arquitecto Pablo Mercado.

Un crecimiento imparable

La constante expansión del negocio y el profesionalismo de los García, llevó a plantearse la necesidad de construir un edificio más amplio y expresamente concebido para sus necesidades.

De tantos viajes a Paris, la arquitectura europea predominó en la construcción de este palacio y por eso mismo se valora el estilo parisino en el centro de la ciudad. Para realizar las construcciones y ampliaciones, la tienda no cerró sus puertas ni un solo día.

Se fue realizando por sectores, primero fue por calle Sarmiento, después por Córdoba y finalmente la esquina , por lo que cuando se hizo la modificación del edificio nuevo se decidió traer esas ideas para incorporarlo en el  negocio que todavía era familiar. 

El jarrón como imagen principal en la planta baja , se colocó para la inauguración de 1929. "Lo trajo Ramón García desde Barcelona", detalló María del Carmen. Y agregó que “es un símbolo para la familia, nosotros venimos y tocamos el jarrón”.

Las manivelas de los ascensores, otro detalle visual que marcó un impronta para los rosarinos. “Para mí era como poder subir a una cuádruple altura con un ascensor que no tenía las paredes”, confió Pablo Mercado a Rosario3 .

A pesar de las vicisitudes del tiempo y de la economía, La Favorita fue, es y será por siempre un símbolo indeleble de la cultura rosarina.