Por primera vez en su historia, Rosario tiene más departamentos que casas. Tantos, que incluso representan más de la mitad del total de viviendas que tiene la ciudad. Especialistas consultados por Rosario3 se sorprendieron por el dato, pero afirmaron que no hace más que reflejar el proceso de evolución natural de cualquier metrópoli moderna.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), hay en Rosario 462.703 viviendas. De ellas, un 50,3% son departamentos (232.740), en tanto que un 42,5% son casas (196.649). El 7,2% restante corresponde a otras categorías, como casillas o ranchos, entre otras.

La información corresponde a las primeras conclusiones del precenso de viviendas que realizó el Indec entre 2019 y 2020, una actividad que forma parte de la planificación del censo -que originalmente debía hacerse en 2020 pero la pandemia suspendió hasta 2022-.

Por primera vez, el organismo nacional hizo pública la información desagregada, lo que permite no solo conocer la composición general de las ciudades sino también sus subdivisiones, a través de lo que se conocen como radios censales, que en Rosario son más de mil. El mapa a continuación permite ver en cuáles de ellos hay mayor concentración de departamentos.

Previsiblemente, las áreas "entre bulevares" son las que tienen una tonalidad azul más fuerte, lo que significa que existe mayor concentración de departamentos que casas. Un dato curioso, sin embargo, es que los dos radios censales que lideran el ránking (tienen un 100% de viviendas en altura) no están en el centro: uno corresponde al barrio Latinoamérica (en la zona de 27 de Febrero y Ovidio Lagos) y otro al denominado barrio Municipal (en el sur). En ambos se erigen puros edificios construidos a través del Fondo Nacional de la Vivienda (Fonavi).

Precenso 2020 vs censo 2010

Aunque no se trata estrictamente de la misma medición, la información recogida recientemente permite realizar una comparación con el último censo, realizado en octubre de 2010. Según lo reflejó la propia Intendencia en su flamante portal de datos abiertos, en la última década el parque de viviendas de Rosario creció un 29,6%.

Hace diez años, en la ciudad la cantidad de casas superaba ampliamente a la de departamentos: 219.272 a 129.210 (61% y 36% respectivamente). Ahora las proporciones se invirtieron, tanto por el incremento de edificios como porque se registraron menos viviendas individuales.

Dados los fuertes cambios entre los dos períodos, Rosario3 consultó a la directora General de Estadística del municipio, Nora Ventroni, quien realizó una aclaración técnica, útil para el análisis de los datos: "El precenso se realiza a través de listados que hace la persona recorriendo las diferentes manzanas. Es decir, no hace un ingreso al domicilio como en el caso del censo. Se trata de una forma de medición diferente, por lo que podría haber errores en la observación", indicó.

Más allá de la aclaración, algunos datos parecen difíciles de comprender. Si se comparan los guarismos del censo 2010 con los del precenso 2019/2020, se cuentan 100.000 nuevos departamentos. La cifra contrasta con los permisos de edificación autorizados por el municipio: oficialmente en ese período se habilitó la construcción de poco menos de 30.000 viviendas en altura.

A propósito de ello, el urbanista Héctor Floriani señaló a Rosario3 que estos relevamientos "no hay que convertirlos en un dato irrefutable", aunque "por supuesto que indican algo". Para el ex rector de la Universidad Nacional de Rosario, el crecimiento en la proporción de departamentos "es una tendencia casi fisiológica de las ciudades".

Según el precenso, también Buenos Aires y Mendoza registran más departamentos que casas. No así Córdoba, el espejo natural con el que suelen compararse los datos de Rosario.

Para el arquitecto Ricardo Kingsland, director del Ente de Coordinación Metropolitana, el crecimiento de los departamentos se explica por dos cuestiones: "Por un lado, hubo en el último tiempo un crecimiento poblacional muy fuerte en el corredor oeste de la ciudad, por lo que la construcción de casas se concentró en localidades como Funes y Roldán. Por otro, hay un tema económico, donde la inversión en la construcción en Rosario se focalizó en los edificios, muchas veces con gran cantidad de unidades ociosas".

Casi sin quererlo, Kingsland se metió un debate que hoy está en lo alto de la agenda pública, no solo en la ciudad sino en el mundo, a partir de la decisión de los habitantes de la alemana Berlín de continuar con la política de expropiaciones para dar solución a la problemática habitacional.

"Hay mucha gente con problemas de alquiler. Si bien en Rosario estamos lejos de la situación de Berlín, donde la cantidad de inquilinos supera el 80% de la población, tiene que haber políticas para que el boom de la construcción no se transforme en un boomerang", dijo Kingsland.

Para Floriani, el alquiler público de viviendas -tal el sistema que se utiliza en la capital alemana, que esta semana propuso introducir Ciudad Futura en Rosario- es una herramienta válida, pero debe ponerse en contexto. "Celebro que se ponga sobre la mesa el tema pero no se puede hacer demagogia coyuntural", completó.