Dos torpedos del submarino británico Conqueror impactaron en el crucero ARA General Belgrano la tarde del 2 de mayo de 1982. Aquel estallido se prolonga hasta estos días con historias de dolor, memoria y encuentros casuales. Todo eso asoma en un emotivo audio de un veterano de guerra que durante 40 años le pidió perdón en silencio a uno de los 323 caídos en el ataque al Belgrano: el cabo rosarino Felipe Santiago Gallo.

El veterano es el ex teniente de navío Enrique Martínez, quien participó desde el destructor Piedrabuena del rescate de los 770 sobrevivientes del hundimiento del crucero. Su relato coincide con el de Fernando Vitale, suboficial electricista que contó esa misma experiencia a Rosario3. Ambos, de forma paralela, ligaron sus vidas con la del cabo Gallo, quien llegó a ser rescatado el 3 de mayo de 1982 de las balsas desprendidas del Belgrano antes de hundirse. Por las graves quemaduras sufridas, murió un día después.

Esa particularidad, la de un soldado salvado pero luego fallecido, generó una confusión en las listas preliminares de sobrevivientes del General Belgrano que marcaría la historia del ex teniente Martínez.

La Armada primero comunicó a la familia de Gallo que había sido rescatado (sin aclarar que estaba herido de gravedad) y luego tuvo que rectificarse y anunciarle su deceso. El encargado de transmitir esas listas desde la zona de combate hacia Buenos Aires fue el jefe de operaciones del buque, Martínez, quien durante 40 años cargó con la culpa de haberle provocado a los seres queridos de un héroe de Malvinas una angustia mayor a la ya dolorosa perdida.

El ex teniente se guardó ese pesar para él. No quiso incomodar a la familia del rosarino. Pero todo ese tiempo, cada vez que pasaba por un monumento a los caídos de la guerra, buscaba el nombre de Felipe Santiago Gallo y le pedía perdón, a él y a los suyos. Con esa mochila transcurrió su existencia hasta que hace unos meses fue a comprar un auto a una concesionaria en Buenos Aires.

En medio del papeleo y las preguntas, Martínez le comentó al empleado que era una veterano de Malvinas y se abrió otra conversación:

–Ah, yo tenía un tío que fue veterano –le dijo el joven.
–¿Y qué le pasó?
–No, él murió.
–¿Era de la Marina, de la Aeronáutica o de la Fuerza Aérea?
–Era de la marina y murió en el crucero General Belgrano.
–¿Y de qué murió?
–No se hundió en el crucero, fue después, por las quemaduras de la explosión.

En ese momento, las cuatro décadas de desasosiego se transformaron en un resorte que eyectó hacia arriba a Martínez y el hombre de 70 años pudo decir en voz alta:

–¡Felipe Santiago Gallo!
–¡Sí, es mi tío!


Esa noche, entre sueños, el ex teniente del Piedrabuena tuvo la certeza de que Gallo le dijo: “Te voy a perdonar, te voy a presentar a mi sobrino y vas a hablar con mi hermana y le vas a pedir disculpas”.

El lunes 13 de diciembre de 2021 llamó a Norma Gallo, la hermana de Felipe. Era de tarde y Norma recuerda que los dos estaban tan emocionados que ella no entendió muy bien la situación. Entonces le contó a Fernando Vitale, el ex combatiente rosarino que también fue testigo del rescate de Gallo, sobre ese extraño cruce telefónico.

Fernando averiguó y desde la Asociación de ex Tripulantes del Piedrabuena le confirmaron que se trataba de Enrique Martínez. Le compartieron un audio vía Whatsapp en donde narra lo ocurrido (ver video).

El audio del veterano de Malvinas que le pidió disculpas por 40 años al soldado Gallo y su familia


El propio veterano de Malvinas, autor del relato oral, le confirmó a Rosario3 esa secuencia y resumió: “Era una historia que tenía enterrada en la conciencia”. 

"No tenemos nada que perdonarle", fue la reacción de Norma. Los padres de Felipe murieron años después de su pérdida, entre 1989 y 1990. Según su hermana, “no pudieron recuperarse nunca”.

El cabo electricista tenía además una esposa de 18 años y un bebé de 9 meses que rehicieron su vida en Buenos Aires y no tienen mucho contacto con el resto de la familia. “Pincho”, así le decían, dejó una hermana melliza, Teresa, de 63 años, y le siguen Norma con 58 y Jorge, 56.

La última vez que lo vieron fue en la Navidad de 1981. Después se fue a Buenos Aires y tenía una misión de un año en la Antártida que fue suspendida por la guerra. Gallo estaba en la sala de máquinas el 2 de mayo, justo donde impactó el primer torpedo del submarino inglés.

No es el único: el caso del cabo Daniel Esturel

 

El cabo electricista Felipe Gallo es uno de los 13 rosarinos que murieron en Malvinas. La mayoría de los caídos locales formaba parte de la tripulación del General Belgrano. Además de su caso, también el cabo primero Daniel Esturel alcanzó a salir del crucero antes de que fondeara en el mar austral pero falleció en una de las balsas.

Los documentos formales dejan huecos que perduran y a veces se completan en las memorias de las familias. La muerte oficial y la lápida de Felipe Gallo informan que fue el “2 de mayo de 1982”, fecha del hundimiento, aunque el rosarino de 23 años estaba vivo el 3 de mayo en la enfermería del destructor Piedrabuena y fue llevado en helicóptero, muy herido, al buque hospital Bahía Paraíso, donde murió entre el 4 y el 5 de mayo.

Lo cierto es que fue enterrado en El Salvador el 11 de mayo. Su historia, salvo para sus familiares directos, quedó olvidada hasta ahora. Sus restos serán trasladados desde el nicho en el subsuelo al Paseo de los Ilustres como acto de reconocimiento.

Norma Gallo en el Centro de Ex Combatientes (Alan Monzón/Rosario3).



Por su parte, la familia de Esturel señaló a Rosario3 que después del hundimiento del Belgrano recibieron una notificación que Daniel estaba desaparecido. El padre fue a Puerto Belgrano a ver heridos y reconocer cuerpos pero no estaba entre ellos.

Dos semanas después, un militar fue hasta su casa para avisarles que lo habían encontrado sin vida. Su balsa habría sido hallada más al sur, y varios días después del operativo de rescate, por un buque ruso. Lo velaron en su casa y al otro día fue enterrado en el cementerio de Granadero Baigorria.

Este viernes 1° de abril el pasaje que lleva su nombre (en French al 1600) será señalizado en “memoria de los soldados caídos”. El mismo acto, de la Secretaría de Género y Derechos Humanos, se realizará con el pasaje Cabo Oscar Álvarez (en Rondeau y Sorrento).

La imagen de Felipe Gallo en el centro del cuadro de los 13 héroes rosarinos (Alan Monzón/Rosario3).

Después de compartir su experiencia familiar, de volver a escuchar el audio del teniente Martínez originado por aquel contacto en una concesionaria de autos, Norma Gallo revela algo más: "Yo no tengo sobrinos en Buenos Aires". Como si no hubiese un final y las historias nunca dejaran de escribirse.