"Les preguntamos a 100 argentinos cuáles son los principales destinos de las exportaciones santafesinas". Es probable que Darío Barassi nunca llegue a formular esa consigna en su programa, pero bien podría ser incluida, si lo que se pretende es que los participantes no logren éxito en sus respuestas. Es que, a la par de China, India o Brasil (que se sacarían por sentido común), hay otros que difícilmente puedan imaginarse. Es el caso de Argelia e Irán, que durante 2019 formaron parte del top ten de países a los que llegaron productos de nuestra provincia. En total, el año pasado Santa Fe exportó su amplio catálogo de mercaderías a 133 destinos, entre los que se incluyen algunos muy singulares, como Benin, Yibuti o Aruba.

El análisis de las ventas santafesinas al exterior se da en el marco de una coyuntura donde casi a diario se habla sobre la necesidad de robustecer el ingreso de divisas al país. En esa misión, nuestra provincia es una de las principales aportantes a la causa (genera uno de cada cuatro dólares), pero la gran mayoría de las ventas internacionales se da por el comercio de harina y soja, mercaderías con bajo valor agregado en comparación a otros productos, como puede ser un tablero eléctrico, una cosechadora o un tarro de dulce de leche.

Para ponerlo en números: los derivados de la soja tienen un precio de venta promedio de 300 dólares, mientras que algunas máquinas (por ejemplo, los fierros para el campo) se comercian a más de 50.000 dólares por tonelada. La misión comercial que supo encabezar el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno a Angola pasó a la historia por el merchandising de “Clarín Miente”, pero no estaba tan mal enfocada desde el punto de vista de los negocios.

Carlos Braga, responsable del área de Comercio Exterior durante la gestión del ex gobernador Miguel Lifschitz, solía decir que "si Argentina replicara modelos exitosos de pymes santafesinas le sobrarían los dólares". Entre ellos, gustaba citar a Terragene, una firma especializada en biotecnología y genética que desde Alvear exporta sus productos a más de 50 destinos, entre los que se incluyen algunos que los imaginarios participantes del show televisivo jamás incluirían (Nepal, Omán o Filipinas, entre otros).

Más allá de la fantasía del programa que nunca saldrá al aire, lo que sí es real es el informe elaborado por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC), que desglosa hacia dónde se dirigieron las 35 millones de toneladas de artículos made in Santa Fe durante 2019. La siguiente infografía interactiva permite una mejor comprensión del documento, detallando destinos y rubros:

Una de las empresas con gran inserción en el mapamundi es Zoovet, que desde la capital provincial fabrica más de 160 productos veterinarios. “Menos para las gallinas, para todas las otras especies”, bromea su titular Enrique Ariotti, quien cuenta que una de las últimas novedades en materia de comercio exterior es la firma de un convenio con un distribuidor de Chad (ubicado en África Central). “No es sencillo cerrar negocios allí, porque son países muchas veces militarizados, donde no se puede viajar y pueden ser peligrosos. Por eso en general las mercaderías se despachan recién cuando se recibe el pago”, detalla.

Del rubro veterinario también proviene Over, que desde la pequeña localidad de San Vicente (tiene 6.300 habitantes y ganó algo de fama por ser la ciudad donde nació Alejandro Fantino) fabrica unos 200 artículos, que distribuye en más de 50 destinos, entre los que se incluyen Bangladesh, Botsuana o Mozambique. Todos países que a pesar de tener un Producto Bruto Interno (PBI) menor al argentino, experimentan un crecimiento mayor en términos relativos, sostenido en las últimas décadas.

Argentina, compañera en el desarrollo

El incremento sostenido del PBI también ayuda a entender por qué Argelia o Irán están en el top ten de destinos para la economía santafesina. En efecto, según los datos del IPEC, durante 2019 dichos países ocuparon el puesto 7 y 9 del ránking que tiene en cuenta el dinero transaccionado. Sobre 14.271 millones de dólares generados, China acaparó el 10,4%, seguido por India (8%) y Brasil (7,8%).

Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) explicaron a Rosario3 que Argelia viene incrementando su participación en el comercio mundial, en línea con el crecimiento de su PBI (se triplicó desde el año 2000). “Cuando los países se van desarrollando, van modificando sus hábitos de consumo y en el caso de Argelia nos demandan alimentos para su ganado, es decir, para transformar proteína en carne”, indicó María Marta Rebizo, Gerente de Asuntos Económicos y Comerciales de CIARA. 

El actual secretario de Comercio Exterior Germán Burcher apunta otro dato sobre Argelia: “Por intermedio de brokers franceses, se comercia mucha leche en polvo, un terreno donde Santa Fe pisa fuerte en el total nacional”, dice, lo que se corresponde con las estadísticas, porque si nos limitamos a los productos lácteos, el país africano es el segundo destino de exportación, sólo detrás de Brasil.

“Por lo demás, para el resto de África en general lo que se vende, fuera de harina y aceite de soja, son mayoritariamente cereales (maíz) y legumbres. En los países del sudeste asiático aparecen algunos productos químicos, fundamentalmente del rubro veterinaria. Vas a encontrar mayor valor agregado también en las ventas a Europa del este, donde por ahí aparece maquinaria agrícola por ejemplo”, amplía el funcionario.

La cuestión del agregado de valor no es un aspecto menor. Como se anticipó más arriba, el 73% de los montos comercializados en 2019 se explican por manufacturas de origen agropecuario (principalmente derivados de la soja), que tienen un precio por tonelada tres veces inferior a las manufacturas de origen industrial (rubro al que pertenecen Terragene, Over y Zoovet, por ejemplo)

No lo plantea el informe del IPEC, pero lo cierto es que las principales ganadoras de este reparto son las agroexportadoras multinacionales (Cargill, Cofco o Bunge, entre ellas), recientemente fueron beneficiadas por el paquete de medidas anunciado por el gobierno nacional. El desafío pasa, entonces, por replicar los casos modelo de aquellas pymes santafesinas, algunas de las cuales se ilustran en esta nota.