Además de sus múltiples utilidades y facilidades como permitir la re-circulación de obras difíciles y en muchos casos inhallables, la venta de libros usados se presenta también como una forma de «lectura más ecológica y sustentable».

Explica Agustín, el librero -también abogado y politólogo- a cargo de Librería Pampa-, que «está claro que la reedición de cualquier obra implica en términos de sustentabilidad, un gasto en papel que proviene del procesamiento de la pulpa de celulosa de origen vegetal. El libro usado permite esa circularidad y reutilización de una obra ya impresa». Eso, dice, potencia también la bibliodiversidad con la recuperación de obras que ya no se reeditan.

La propuesta de Libros Pampa con una perspectiva eco entra en diálogo con la tendencia a la circularidad que están proponiendo otras industrias como la moda. Para Zachariah si el motivo de inclinarse al usado fuera ecológico no le pedirían bolsitas de plástico para cargar los libros que compran en su librería. Y De Luchi en está línea aporta: «Me encantaría pensar que fuera por una inquietud ecológica, pero me inclino a que responde a una cuestión económica».

Libros usados. A esa cruzada de crisis que conjuga situación económica y el precio de las novedades, Juan Pablo Correa agrega otra: «Una crisis de la industria editorial mainstream, publican libros que no tienen nada que ver con la literatura y salvo en algunas librerías no encontrás novelas que no sean novedades».