Después de casi dos años de cancelaciones, postergaciones y modalidades desplazadas hacia lo virtual por las restricciones que impone la pandemia, los eventos literarios de América Latina y España comienzan a reactivar sus agendas presenciales con formatos híbridos que incluyen aforos reducidos, la participación de autores invitados y la venta de ejemplares de mano de libreros y editores.

Si el año pasado el reto pasaba por construir contenidos atractivos en el terreno de lo digital, las citas literarias que prevén ediciones durante estos tiempos combinan la exigencia de lo virtual con la necesidad de apostar por la presencialidad, de modo que el desafío pasa entonces en cómo construir eventos híbridos, integrados y cuidados.

En Argentina, uno de los encuentros que está trabajando en esa dirección para el regreso a la presencialidad es la Feria de Editores (FED), que tendrá lugar los primeros tres días de octubre con la participación de más de 200 editoriales en el predio porteño Parque de la Estación, ubicado en Gallo y Perón.

Mientras tanto, en otros países de habla hispana hay experiencias que funcionan como ensayos culturales y epidemiológicos.

En México el Hay Festival en su sede de Querétaro con formato doble, y en la capital de España la Feria del Libro de Madrid, que se desarrollará hasta el 26 de septiembre, donde participan Claudia Piñeiro, Svetlana Alexiévich, Mario Vargas Llosa, Rosa Montero, Chimamanda Ngozi Adichie, Darío Jaramillo y Mircea Cartaresu, entre otros.

La última cita en el calendario de encuentro de libros y literaturas, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, espera para fines de noviembre recomponer su agenda presencial, una posibilidad que no tuvo en el 2020 ya que debió ajustarse exclusivamente a lo virtual virtual. Si bien no hay precisiones sobre la modalidad, en estos días, según informó el diario español El País, las autoridades del evento estudian qué formato asumirán, una decisión que no pueden resolver ahora porque ese país está pasando por el pico de la tercera ola de coronavirus.

Una de las pioneras en encarar la presencialidad fue la Semana Negra de Gijón, en julio pasado, que tuvo como invitados a ocho autores argentinos, entre ellas Claudia Piñeiro, Paula Rodríguez y Gabriela Saidon.

Bajo el lema, “A la calle que ya es hora” el encuentro reunió a 150 escritores que abordan la literatura policial o negra y si bien tuvo que cambiar su sede tradicional para cumplir con los protocolos, se abanderó de una idea, como resumió, en ese entonces, su director Ángel de la Calle: “Si el año pasado fue de resistencia, este año es de combate”.