Las autoridades de la DGE indicaron que el censo consiste en una lectura nueva y breve, de un minuto y en voz alta, para los estudiantes de los grados y años donde se cierran ciclos y en este contexto los docentes denominados aplicadores observan el conocimiento de las palabras y la figura tonal con la que los alumnos leen.

Asimismo, indicaron que junto a los alumnos participaron unos 140 docentes del Censo de Fluidez Lectora, que comenzó a implementarse en las escuelas para registrar datos sobre el desarrollo de esta experiencia educativa.

“Los docentes van a valorar mucho la información que el censo va a darles como una herramienta de diagnóstico e información”, dijo la directora de Planificación de la Calidad Educativa, Silvina Del Pópolo, quien resaltó la buena predisposición de docentes y estudiantes con el proyecto.

Esta iniciativa se extenderá hasta el 20 de abril y se prevé que abarcará cerca de 80.000 estudiantes de la provincia.

Hasta ahora participaron estudiantes de cuarto y séptimo grado de primaria y a partir del lunes 5 comenzarán los estudiantes de primer año de secundaria.

Del Pópolo señaló que “muchos de los alumnos estaban familiarizados con el formato de la experiencia de fluidez lectora y muchos docentes también con el procedimiento del censo”.

Tras la primera etapa, se les preguntó a los docentes cómo evaluaron la predisposición de los directivos frente al censo de fluidez lectora, a lo que 76,3% respondió “excelente”.

Por otro lado, destacaron que 94,2% de los estudiantes que participaron se encontraron motivados por la experiencia, que 51,4% contaron con conectividad en la escuela donde se realizó el censo y 25,4% de los aplicadores contestó que no tuvo con conectividad.

El objetivo de esta acción educativa es contribuir a las trayectorias escolares y obtener una herramienta más de diagnóstico, luego de un año de escolarización no presencial por la pandemia de coronavirus, ya que la fluidez lectora es considerada un aprendizaje prioritario.