Un nuevo informe de Unicef y Cippec advirtió que la universalización de la sala de cinco años desde hace 25 años en Argentina y que cuatro de cada cinco niños asistan a sala de cuatro años, muestra, de todos modos, marcadas desigualdades en cuanto a la distribución de la oferta educativa en las provincias, especialmente en los sectores más vulnerables en donde carecen de jardines maternales públicos.

Todo ello fue postulado en el reciente libro “Mapa de la Educación Inicial en la Argentina”, en donde se da cuenta de que el sector estatal es quien tiene menos participación en el nivel inicial, si se realiza la comparación con el resto de los ciclos del sistema educativo.

De hecho, en 2018, sólo el 55% de las escuelas de nivel inicial incluyó una sala de tres años y, el 16%, contaba con una oferta de jardín maternal. Es por ello que ese año sólo el 11% de niños y niñas de 2 años asistían a una escuela.

Desde 1993 es obligatorio asistir a sala de 5, y, desde 2014, a sala de 4. A su vez, el Estado tiene obligación de otorgar vacantes para la sala de 3 años, aunque esto sea optativo para las familias. Por otra parte, no hay obligación de brindar el servicio de Jardín Maternal, donde concurren niños de entre 45 días y 3 años.

Mientras en la ciudad y provincia de Buenos Aires hay entre un 63% y 68% de cobertura, en otras jurisdicciones no se llega a alcanzar el 10%, e incluso hay algunas en donde no cuentan con salas de 3 años en el ámbito público. Estas desigualdades se contextualizan en un crecimiento de matrícula, debido a que en los últimos 25 años la sala de 5 se universalizó en su totalidad, la sala de 4 años llega al 87% en la última década, y la de 3, al 45%.

Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, resaltó: “Durante la primera infancia se construyen las bases del futuro de cada niño y cada niña. Es crucial que todos y todas reciban oportunidades para desarrollar una vida plena y ejercer sus derechos”. A su vez, señaló que las disparidades que existen se profundizan “por el impacto de la pandemia” del nuevo coronavirus.

A su vez, Julia Pomares, directora del Cippec, indicó que Argentina enfrenta enormes desafíos en cuanto a “reducción de pobreza, salud, nutrición y, para esto, el acceso a espacios de crianza, enseñanza y cuidado para niños y niñas de 0 a 5 años es clave”. Y agregó: “Por eso es importante que la política pública trabaje ampliando la oferta de estos espacios”.

En el informe se evidencia el acceso desigual en función del nivel socioeconómico en todas las salas. “El 99% de los niños de cuatro años del segmento de mayores ingresos accede a una sala de cuatro; mientras que ese porcentaje desciende 20 puntos en el caso de niños de menor poder adquisitivo”, se lee.

A su vez, la brecha asciende tomando en cuenta a niños de dos años, donde la tasa de asistencia del sector de mayores ingresos es del 32%, frente al 7% de niños de menores ingresos.

La especialista en Educación de Unicef, Cora Steinberg, aseveró: “A pesar de los avances en asegurar cobertura en salas obligatorias, nos encontramos frente a un escenario fragmentado, heterogéneo y desigual, especialmente en los contextos territoriales de mayor vulnerabilidad social”. 

Provincias como Santa Cruz, La Pampa, La Rioja, Mendoza y Tierra del Fuego cuentan con “universalidad” en cuanto a la cobertura de cuatro años. Sin embargo, en Formosa y Salta se llega al 70%. Respecto de sala de 3, en ciudad y provincia de Buenos Aires, La Rioja, Santa Cruz y Santiago del Estero se llega a cubrir el 55%, mientras que en San Juan, Misiones, Neuquén, Salta y Formosa baja al 10%.

Finalmente, Alejandra Cardini, directora de Educación de Cippec, explicó que en pandemia “es muy importante que los chicos puedan estar en el nivel inicial, porque después eso tiene efectos muy importantes sobre sus trayectorias educativas”.