Un violento hecho tuvo lugar este sábado en un partido entre dos equipos que pelean por los primeros puestos en la liga de Irlanda del Norte, conocida como Premiership. El Glentoran empató 2 a 2 con Coleraine, y el arquero del primero no quedó nada contento con el resultado, lo cual manifestó agrediendo a uno de sus compañeros cuando faltaban menos de diez minutos para el final.

El Glentoran, equipo de Belfast, iba ganando 2-1 a pesar de tener un hombre menos y peleaba por quedarse con un triunfo que lo ubicaría cuarto en la tabla con 15 puntos, a cinco del líder Cliftonville. Pero en el minuto 81, Coleraine, metido en su campo, pudo generar una contra que terminó en un gol de Cathair Friel que selló la igualdad.

El defensor quedó tendido en el suelo.

Aaron McCarey, arquero del Glentoran, culpó a su compañero Bobby Burns, quien perdió la pelota en la zona central y dio origen a la jugada que significó el empate rival. La jugada hizo estallar de bronca al guardameta, que se acercó hasta Burns, lo golpeó y este calló al suelo mientras McCarey lo sujetaba de la camiseta.

El resto de los jugadores del equipo tuvieron que intervenir para separar al arquero del lateral izquierdo, que quedó tendido en el suelo. El árbitro Andrew Davey se acercó a la zona del incidente y expulsó a McCarey, quien se mostró arrepentido por su conducta cuando concluyó el encuentro.

"Aaron le ha dado la mano (a Burns) en el vestuario y le ha dicho que nunca debería haber ocurrido", explicó el entrenador del Glentoran, Mick McDermott.

El Cliftonville tiene 20 puntos y sigue siendo el líder de la tabla en la Premiership, liga en la que juegan doce equipos. En tanto, habrá que ver si el tribunal de disciplina de la Asociación Irlandesa de Fútbol toma alguna otra reprimenda con McCarey luego de su repudiable actitud con su compañero.