En una de las primeras acciones del segundo tiempo, Pablo Pérez recibió un fuerte pelotazo en la cabeza luego de un despeje de la defensa de Atlético. Se desplomó en el césped, mareado, y quedó tirado en piso. El médico rojinegro lo revisó e indicó que no estaba en condiciones para permanecer en el campo y Javier Sanguinetti lo sacó. El capitán no entendió la decisión porque pensaba que estaba para seguir. 

En las imágenes de la transmisión de televisión, se pudo observar el reclamo del volante al doctor y al entrenador por hacer el cambio. En su lugar entró Guillermo Balzi.

Pérez se fue a los vestuarios, donde fue revisado debido al duro golpe en la cabeza, y a los pocos minutos regresó al banco de suplentes para ver lo que quedaba de partido en Tucumán, en clara señal de que el cuadro no tenía mayor gravedad.