Fue la noche más fácil para elegir la figura del partido. Emiliano Vecchio, con un puntaje de 9 según el periodista de Rosario3 Javier Cigno, se quedó con todos los flashes y todos los elogios después de su golazo exquisito y de su gran conducción para llevar de la mano a Central a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. 

“En esta competencia hay que jugar con muchísima humildad, con mucho esfuerzo”, avisó Vecchio en la conferencia de prensa posterior al partido. 

Y agregó: “Lo nuestro es ir partido tras partido, con muchísima humildad, porque nos falta mejorar mucho para soñar con ganar la competencia”. 

Ante los elogios, respondió: “Soy un jugador que deja de lado lo personal, me quedo con la alegría de mis compañeros por estar entre los ocho mejores del continente”. 

Y luego resaltó que “es hermoso lograr la clasificación con mayoría de jugadores del club. Y los que no son del club están muy comprometidos también”. 

Después, habló del futuro rival: “Sabemos que se nos viene un rival muy difícil. Pero bueno, tenemos tiempo para trabajar, vamos a llegar con mucha más fuerza todavía y con Fatura Broun, con Marco Ruben, con Milton Caraglio. Todos ellos nos van a ayudar mucho”, resumió. 

“Nosotros respetamos mucho a Táchira, un equipo que había ganado todos los partidos de local en la fase de Libertadores. Fuimos a una cancha difícil con muchas bajas y lo sacamos adelante. Y esta noche creo que merecimos más”, cerró el destacado del partido. 

“Estoy feliz por lo chicos”

El Kily González se mostró muy contento después del triunfo y la clasificación, aunque también se tomó un momento para hablar de los errores que su equipo no podrá cometer en las siguientes fases, cuando los rivales sean de mayor jerarquía. 

“Me siento muy feliz por los chicos del club y por la gente que se identifica con esta camiseta a pesar de no haber nacido acá. Ahora hay que seguir”, confió el DT. 

Luego advirtió: “Si me quedo con algo malo hoy, es no poder definir el partido fallando tanto en los últimos metros. Fijate que el rival casi se pone en partido con una pelota parada cuando faltaban cinco o seis minutos todavía. Pero más me preocuparía no tenerlas”. 

“Las formas nuestras son estas; equivocarse cuando hay que equivocarse, pero nunca renunciar”, cerró.