El Ministerio de Seguridad de Santa Fe presentó una denuncia penal contra Rosario Central. Es por la violación de los protocolos sanitarios en el amistoso que se disputó el pasado 10 de octubre contra Belgrano en el Gigante de Arroyito, donde a criterio del gobierno hubo unas 180 personas que no eran esenciales y estaban en las instalaciones. Además, pidió investigar al vicepresidente Ricardo Carloni y al intendente del estadio Sergio Quiroga.

Según la presentación realizada, el 7 de octubre se programó entre el Ministerio de Seguridad y el club la cantidad de personas habilitadas para ingresar al Gigante y el cumplimiento del protocolo sanitario de acuerdo a las normas establecidas por el Ministerio de Salud nacional y provincial y la AFA, que contó con la adhesión de las partes.

De acuerdo a la denuncia, Central envió "a última hora" del viernes –día previo al amistoso– dos listas con personas autorizadas para entrar a la cancha. "Para sorpresa del Ministerio de Seguridad, no solo las listas fueron entregadas fuera del horario reglamentario, sino que además contaban con 269 personas autorizadas en la primera, y 283 en la segunda".

"Es decir, que Rosario Central pretendía el ingreso de 283 personas para un amistoso a puertas cerradas, donde cada delegación debía tener un máximo de 35 personas (entre jugadores, cuerpo técnico/médico, administrativos y dirigentes), y asegurar el desarrollo normal del encuentro mediante personal de intendencia del estadio, Utedyc y periodistas que hagan posible la transmisión por televisión", agrega el texto presentado por Diego Lluma, subsecretario de Seguridad Preventiva.

Para la cartera de Seguridad, "llama la atención y se solicita la investigación de un número exagerado y dolosamente planificado para burlar los protocolos y la organización del encuentro amistoso".

En la denuncia se mencionó también que el intendente del estadio Sergio Quiroga y el vicepresidente de Central Ricardo Carloni "intentaron defender su proceder manifestando que la gente hace mucho que no ve fútbol y que se los podía esconder en las plateas y que no los enfoque la televisión". 

"Luego de reestructurar las nóminas, había 183 personas que según el criterio de los directivos del Club Atlético Rosario Central eran esenciales para que el evento se realice (entre ellos: 61 personas del plantel de Central –la AFA puso el máximo de 35–, un albañil, un guardavidas, etc.)", concluyó la denuncia.

"Casi 180 personas ingresaron porque estaban en la lista, pero en su mayoría no sabían explicar con exactitud cuál era el o los motivos de su convocatoria al evento", finalizó.