1– Ángel David Comizzo: “Buen tipo. Ángel siempre que pudo me dio una mano. Me ayudó muchísimo en mi carrera, inclusive cuando dejé de jugar, siguió ayudándome”.

2– Ariel Cuffaro Russo: “El DT que confió en mí en un 100%. Primero cuando jugaba en la reserva de Rosario Central me dio todo su apoyo y después me hizo debutar en la primera y me dio toda su confianza. Agradecimiento total a Ariel”.

3– José Chamot: “¡Un referente! El Flaco es la humildad hecha persona. Cuando regresó a Rosario Central venía de jugar en Milan y se sumó a nuestra pretemporada en La Cumbre con la predisposición y el profesionalismo de los grandes. Pasó sin escalas, de los hoteles lujosos de Europa a dormir en un cuarto pequeño que tenía una puertita tan chiquita, que él tenía que entrar agachado (risas)”.

4– Paulo Ferrari: “Gran capitán. Con su profesionalismo y exigencia fue fundamental para poder superarme en mi carrera. Su personalidad y su forma de ser adentro de una cancha no te permitían relajarte nunca”. 

5– Néstor Gorosito: “¡Un genio! Pipo fue de los mejores entrenadores que me dirigió en mi carrera. Entendía y entiende todo de fútbol. En Central me puso de titular en lugar de Paulo Wanchope que venía de jugar y de meter dos goles en el partido inaugural del Mundial de Alemania 2006, lo querían matar. No le importó nada, ni nadie, estaba convencido de que tenía que jugar yo y se bancó los reclamos y las críticas”.

6– Jorge Fossatti: “Entrenador de la vieja escuela con muchos códigos. En Cerro Porteño, lamentablemente, no lo pude disfrutar porque me lesioné y fue muy poco el tiempo que estuve a sus órdenes. Tiene una tremenda voz grave, cuando te da una indicación te da un cagazo terrible, no sabes si hacerle caso o salir corriendo (risas)”.

7– Ángel Di María: “¡Un grande! Angelito es de los diez futbolistas más famosos del mundo y sigue siendo el mismo pibe que iba a entrenar conmigo a la Ciudad Deportiva en Granadero Baigorria. Nunca perdió la humildad, ni se olvidó de sus orígenes. Con Ángel cada tanto hablamos y sé que tiene deseos de regresar en algún momento a Rosario Central”.

8– Eduardo Coudet: “Un líder positivo. El Chacho como futbolista sabía y entendía como jugar adentro y afuera de la cancha. Era muy inteligente para manejar a su favor el folclore del fútbol. Y como entrenador tiene un plus que le permite sacar lo mejor de cada jugador que dirige”.

9– Paulo César Wanchope: “¡Crack! Lo veíamos por la tele desde la concentración en Cariló y decíamos que era imposible que viniese a jugar con nosotros. Antes que termine el Mundial de Alemania 2006, lo teníamos entrenando al lado nuestro en la Ciudad Deportiva, no lo podíamos creer. Me tocó concentrar con Paulo, lo respetaba muchísimo. La Cobra apagaba el televisor a las diez de noche y como no me animaba a tocar el control remoto, ni a decirle nada, me quedaba acostado mirando el techo hasta las cuatro de la mañana, recién me dormía cuando me vencía el sueño (risas). Igual nos llevamos muy bien, fui el único futbolista al que invitó a su despedida cuando se fue de Central”.

10– Pablo Vitti: “Mi hermano. Uno de los mejores jugadores que tuve como compañero. Pablo si hubiese querido, podría haber jugado en Real Madrid. Los cracks como él, es muy difícil que entiendan algunas complejidades y esfuerzos que requiere en determinadas situaciones el fútbol. Lo hacía todo tan fácil, a tal punto, que nunca si dio cuenta que hay momentos en donde te toca sufrir y tenés que estar preparado. El tiempo pasó y la carrera se lo llevó puesto. Hasta el día de hoy lo puteo mal por no haber realizado una carrera acorde con su capacidad, calidad y talento”. 

11– Saturnino Cardozo: “El futbolista que me enseñó los mejores movimientos que debe ejecutar un delantero. El Petu siempre me decía: “Puflo, definí siempre cruzado que el arquero no llega”. Cardozo fue un tremendo goleador, hacía goles de todos los tipos y formas”.