A Joaquín Laso, defensor de Rosario Central, le pasa lo que la mayoría de los mortales en estos tiempos: debe combinar su actividad profesional con la función que le depara su rol familiar, todo en el mismo espacio. Y probablemente en simultáneo.

El zaguero canalla habló en Antes de Salir (El Tres) vía web desde su casa, donde entrena y la vez ejecuta su rol de padre hasta que pase este período de cuarentena. Y admitió que ahora bajó un poco la exigencia con los chicos para que todos estén algo más relajados.

"Las exigencias hacia ellos y de uno mismo bajaron: al principio quería levantarlos temprano a los chicos para que mantengan su rutina, que hagan los deberes respetando los horarios. Pero ahora los dejo dormir un rato más, que estén más relajados porque si no a las 8 de la noche están enloquecidos", contó. 

El mismo criterio aplica a la hora de entrenarse: "Me levanto y desayuno tranquilo. Al principio me lo tomaba con mucha exigencia, pero después traté de bajar las revoluciones y expectativas porque si no la cabeza te mata. Las condiciones no son las mismas que si estuviéramos en un entrenamiento normal. Y las condiciones de los jugadores de elite no son las mismas que acá, pero sí intentamos meterle todas las ganas para hacer la rutina que nos dieron".


"No hay tantos elementos porque no hubo mucho tiempo para organizarse: el profe nos dio colchonetas, bandas elásticas, que ayudan bastante. Y después es mucho de imaginación de cada uno para, con las cosas que hay en casa, poder entrenarte de manera completa", añadió.

El entrenamiento aeróbico, por la falta de espacio, es el que más cuesta: "Hoy por hoy, en vez de correr tanto metemos alguna actividad de movilidad como skipping, trote de costado o algún salto, algo que te lleve la frecuencia cardíaca más arriba para tener que  ventilar a otra velocidad".

Finalmente, comentó que hace unos días se comunicaron entre todos los integrantes del plantel: "Hace poco hicimos una videoconferencia todos los jugadores. Pero la verdad que es difícil coordinar, porque el horario no es el mismo para todos. Hablamos un ratito y nos mantuvimos informados de cómo está cada uno".