Ignacio Astore dio un golpe sobre el escritorio y provocó el primer gran impacto de su gestión al frente de Newell’s. La contratación de Gabriel Heinze como entrenador es un salto de calidad que no asegura resultados, nada lo hace, pero achica el margen de error por la seriedad con la que trabaja el Gringo más allá de sus gustos futbolísticos, que pueden atraer o no, pero responden a una idea que el entrenador defiende a muerte. Y aunque no parezca, la versatilidad parece ser una de sus mayores virtudes.

Es un buen ejercicio recordar sus declaraciones en los tiempos de entrenador de Vélez para ingresar en el mundo Heinze.

“No le doy tanta importancia a lo que es el sistema. Lo que hacemos es en función de lo que queremos y del rival. Los muñequitos se mueven porque yo quiero la pelota. Si vos no querés la pelota los muñequitos se mueven de distinta manera, yo los muevo porque quiero la pelota. A manera global trabajamos mucho sobre espacios, posiciones y movimientos”.

Astore tuvo que negarlo varias veces a Heinze hasta que ayer se hizo incontenible y las redes sociales rojinegras confirmaron por la tarde el regreso de uno de los hijos pródigos.

El Gringo es uno de los futbolistas de carrera más impactante del fútbol argentino con paso por Manchester United, Real Madrid, Olympique Marsella, Roma, entre otros. Y su carrera como entrenador arrancó con vaivenes en Godoy Cruz, mejoró exponencialmente en Argentinos Juniors, institución a la que la retornó al círculo superior y se consolidó en Vélez, donde plasmó una idea de presión constante y ataque permanente.

Su paso por Atlanta United no fue bueno y ahora llegará el desafío que seguramente tocará sus fibras más íntimas: dirigir a su querido Newell’s.

“Yo no impongo ideas. Lo que hago es proponer, y el jugador es el que decide si quiere o no hacerlo. Cuando empezás hay algunos futbolistas que tardan en aceptarlo, otros a los que les jode, otros a los que no les gusta o que están más conformes con otro estilo, y ahí empezás a convencer a los futbolistas. Es cuestión de mostrar lo que uno hace y desde ahí el cómo, que es fundamental. Al jugador se lo convence con trabajo y diciéndole la verdad”.

Se insiste, el salto de calidad es tremendo. Los resultados llegarán o no, pero Newell’s recupera parte de sus raíces, las que tantas alegrías le brindaron.

Su última experiencia en el fútbol argentino fue en Vélez y luego tuvo un corto paso por Atlanta United de la MLS.

Los resultados marcarán el ánimo y el éxito del proyecto, pero no cabe ninguna duda de que la dirigencia achicó el margen de error contratando a una de las mejores opciones a disposición. Ni más ni menos que Gabriel Heinze, el que varias veces miró para el costado cuando intentaron contratarlo de instituciones muy tentadoras.

Un golpe en el escritorio de la presidencia leprosa que robustece la gestión por encima de cualquier resultado.

Nadie del mundo Newell’s le va a reprochar a Astore la contratación de Heinze, ni al Gringo, si los resultados no se dan.

Apostilla: desde el otro lado del mostrador, la prensa deberá prepararse para intercambios picantes con un personaje que no se calla nada y no deja pasar una. Sólo un dato de color.