Una de las pioneras del fútbol femenino se retiró el pasado domingo ante 25 mil personas. La estadounidense Megan Rapinoe, jugó su último partido ante Sudáfrica en Chicago (Illinois) en un amistoso que terminó 2 a 0. Rapinoe anotó 63 goles en 203 partidos internacionales a lo largo de más de 17 años. Así, el equipo estadounidense, que viene de sufrir una decepción en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, donde cayó en octavos de final, despidió a una de las mayores figuras de su historia.

La delantera, que dio la asistencia de uno de los goles, recibió una enorme ovación en el estadio Soldier Field cuando fue sustituida en el minuto 54, cerrando una legendaria trayectoria internacional en la que conquistó dos Mundiales y un oro olímpico con la selección norteamericana.

La jugadora californiana, de 38 años, también dejó marcada su huella como una de las grandes voces del deporte en favor de la igualdad de género y otras causas sociales y raciales en su país.

Foto: FIFA

"Ha sido un honor tan grande vestir este uniforme y jugar con estas jugadoras increíbles (...) Gracias a todas ellas por permitirme siempre ser yo misma y estar loca e intentar cosas locas en el campo", agradeció Rapinoe en su mensaje de despedida que replicaron distintos medios deportivos y agencias internacionales como EFE.

"Estoy tan orgullosa de saber que hemos tenido tanto éxito sobre el campo, pero también que hemos contribuido a hacer del mundo un lugar un poco mejor", afirmó la futbolista, que estuvo acompañada por su pareja, Sue Bird, exestrella del básquet femenino y cinco veces campeona olímpica.

Megan fue la primera figura deportiva blanca en brindar públicamente su apoyo al jugador de fútbol americano Colin Kaepernick, en protesta por la brutalidad policial contra las personas negras en Estados Unidos. Ésta y otras reivindicaciones de la futbolista desataron reproches públicos del expresidente Donald Trump (2017-2021).