Fabián Muñoz, parte de aquel recordado Newell’s campeón del Torneo Final 2013 con Gerardo Martino como técnico, decidió retirarse de la actividad profesional en forma temprana para comenzar otros proyectos. A los 30 años, sin haber sufrido lesiones graves y con mucha carrera por delante, eligió colgar los botines y asentarse cerca de Rosario, en la vecina ciudad de Funes, para fundar su propia empresa de representación de jugadores: Scorers Football Management.

“Muchos se sorprenden de que haya tomado esta decisión, pero la verdad es que fue bastante pensando. Nos agarró la pandemia, con mi señora embarazada, en Albania y allá fue todo bastante duro, con restricciones grandes y militares en las calles, muy extremo”, le explicó el ex delantero a Rosario3 sobre las razones que lo llevaron a dejar de jugar profesionalmente. 

A partir de marzo de 2020 empezó a pensar en un cambio de vida. Quería establecerse en un lugar y cortar con varios años de largas mudanzas y países nuevos. Cuando logró volver a Argentina, todavía en medio de la pandemia, estuvo seis meses sin jugar, buscó ayuda con un psicólogo y en ese momento le terminó de caer la ficha. Descubrió que prefería retirarse y, al mismo tiempo, se encendió la posibilidad de una idea en la que venía trabajando: dedicarse a representar jugadores. 

Muñoz con los colores del Panaitolikos de Grecia, donde jugó entre 2015 y 2017.

Fue una situación de crisis, a mí me cambió la forma de ver la vida. El hecho de que el fútbol te vaya llevando de un lugar al otro, hace que uno no valore ciertas cosas. A mi me tocó vivirlo con mi mujer embarazada, mi otra hija un poco más grande, entonces empecé a plantearme qué era lo que quería hacer de ahí en adelante”, contó. 

Se fue del Bylis de Albania, donde estuvo unos cuatro meses, y luego del semestre sabático se dio un último gusto dentro de la cancha y jugó un torneo Federal A en Villa Mitre de Bahía Blanca, durante 2021. En octubre de ese año sumó sus últimos minutos como profesional, en la victoria de su equipo contra Deportivo Camioneros. 

A diferencia de otros casos de futbolistas que atraviesan el proceso del retiro con algunas dificultades, como una especie de duelo por lo que ya no está o no es posible, Muñoz reveló que no lo padeció. “No lo sufrí. Cuando jugaba siempre me iba preparando para el después. Tengo el título de entrenador, la licencia Pro, hice diferentes cursos de preparación física y prevención de lesiones, me capacité para lo que sería la vida después del jugador”, describió. 

La vuelta olímpica y el trofeo del 2013: Muñoz (a la derecha) con Tonso, Scocco, Maxi y Bernardi.

Ya tenía esa mentalidad desde la adolescencia e incluso, en simultáneo con los entrenamientos diarios en el actual Centro Griffa cuando llegó de Rufino a las inferiores rojinegras, empezó a cursar la carrera de kinesiología en la Universidad del Gran Rosario. Completó el primer año, pero su ascenso en el fútbol y el debut en primera lo alejaron de las aulas y tuvo que dejar. 

En diciembre del año pasado empezó a trabajar con algunos juveniles, ya como representante en su base de Funes, y en los últimos meses anunció el nacimiento de Scorers Football Management, empresa que fundó junto a dos socios. Así, le puso punto final a una carrera de una década: debutó en Newell’s (2011) y luego pasó por Arsenal (2015), Panaitolikos de Grecia (2015/18), Temperley (2017/18), Gimnasia de Jujuy (2018/19), Alki Oroklini de Chipre, Bylis de Albania (2019/20) y Villa Mitre de Bahía Blanca (2021). 

Su nuevo rol como representante


En diálogo con Rosario3, Fabián explicó que también tenía (y tiene) deseos de ser técnico en divisiones infantiles, aunque ese objetivo quedó, por ahora, en segundo plano porque no es compatible con su actual trabajo de representante, área en la que decidió involucrarse para ayudar, acompañar y asesorar a chicos que sueñan con ser profesionales.

Me tentó la posibilidad de acompañar al jugador desde otro lugar. Como todo, lleva su tiempo. Me juega a favor que tengo 30 años y cuento con muchos amigos y conocidos que siguen jugando, otros que son entrenadores o managers”, contó acerca de sus primeros pasos. 

Fundó su empresa junto a dos socios en la vecina ciudad de Funes. (Vanesa Fresno/InfoFunes)

Sus contactos y la buena relación que tejió con los clubes en los que jugó son otros aspectos que considera fundamentales para abrirse camino: “Hace todo mucho más simple, a comparación de lo que le puede pasar a alguien que no estaba dentro del fútbol”.

“Se trata de un proyecto muy abarcativo para trabajar con jugadores de inferiores y profesionales en su representación en la gestión deportiva. La idea es trabajar en Argentina y poder expandirnos al fútbol sudamericano. Estoy muy entusiasmado”, agregó. 

El recuerdo leproso y la estrella


Muñoz debutó en Newell’s un 25 de octubre de 2011 contra All Boys, partido en el que convirtió un gol bajo la dirección técnica de Diego Cagna. Eran los meses previos a la llegada de una persona que cambiaría el club por completo: Gerardo Martino. El Tata asumió en diciembre, tras el despido del ex volante de Boca e Independiente. 

El final de la etapa formativa de Fabián, como el de muchos pibes que asomaban de la cantera como Maxi Urruti, Martín Tonso, Lorenzo Faravelli y Cristian Díaz, se nutrió de manera notable con la experiencia y las enseñanzas de un DT de jerarquía internacional, sumado a los aportes de futbolistas de élite que también estaban en el club, como Maxi Rodríguez, Gabriel Heinze y Lucas Bernardi.

“Fue una etapa única. Cada uno de esos referentes positivos me dejó un montón de enseñanzas para mi futuro, eran verdaderos ejemplos a seguir dentro de este deporte. Y ni hablar de la experiencia de tenerlo al Tata, un maestro que estaba en todos los detalles”, recordó sobre aquel plantel que se coronó campeón local en 2013.

Al actual entrenador de la selección de México le guarda un cariño especial por cómo lo marcó en su carrera. “Siempre tenía muy claro el mensaje que quería transmitir, no necesitaba hablar una hora para explicar algo. Te llegaba con palabras y de manera muy simple”, explicó.

En la actualidad sigue en contacto con muchos de los compañeros de esa época y también con empleados y personas vinculadas al club. “Newell’s es como mi casa, voy a todos los partidos de local y me encuentro con gente que me ayudó muchísimo en mis comienzos, algo que nunca se olvida”, cerró.