Una tensa e increíble jornada se vivió en el Estadio Anton Malatinský, donde hace de local el equipo Spartak Trnava, de Eslovaquia, y que en esta oportunidad se enfrentaba a su máximo y clásico rival, el Sloan Bratislava, en el contexto de la Superliga local.

Alrededor del primer cuarto de hora, la normalidad deportiva se vio interrumpida de manera totalmente abrupta luego que los hinchas, denominados “ultras” o “hooligans”, comenzaron a apropiarse del espectáculo y ser el centro de atención por su violento y desproporcionado actuar.

Con bengalas en mano, que se lanzaban entre uno y otro bando, los fanáticos se enfrascaron en una verdadera batalla campal, que incluso termino con numerosos heridos leves y otros de consideración.

La situación obligó a una sensata suspensión del partido, pues las garantías necesarias para llevar a cabo el encuentro de los dos líderes del torneo eslovaco actual era inexistentes.

Según el medio Sport, de Eslovaquia, “en los próximos días habrá una reunión extraordinaria de la Unión de Clubes de la Liga para afrontar el derbi prematuramente suspendido”. Además, aseguran que existe una alta posibilidad de ejercer duras sanciones contra los responsables.