La AFA busca cerrar la organización de los torneos de 2023 antes del Mundial. Chiqui Tapia y su troupe quieren viajar a Qatar con todo resuelto para la temporada que viene. Y lo que parecía imposible siquiera de imaginar, va tomando cuerpo rápidamente. Tan veloz como inverosímil.

A esta altura gana cada vez más adeptos la chance de suprimir los descensos y tener a partir del año próximo 30 equipos en la Liga Profesional.

La titánica pelea por permanecer que hoy protagonizan Platense, Godoy Cruz, Arsenal, Central Córdoba, Sarmiento y fundamentalmente Aldosivi y Patronato podría quedar en la nada. Ser los dos peores equipos por promedios no tendría castigos.

La idea de muchos dirigentes, cada vez más, es sumar a los dos equipos que asciendan de la Primera Nacional (Belgrano será uno de ellos, seguramente) a los 28 que ya están. Sí, 30 otra vez, como en 2015, 2016 y parte de 2017.

La capacidad de la dirigencia del fútbol argentino para desconcertar hasta a los propios protagonistas con la organización de los campeonatos, todos los años diferente, es admirable.

El mundo futbolero, las potencias del mundo futbolero, muestran y demuestran que no es tan difícil mecanizar las competencias: 20 equipos, a dos ruedas y sin promedios.

Hace décadas que en España, Italia, Inglaterra, Francia y Brasil se juega así. En Alemania son 18. También ellos tienen las copas de cada país. Es más, en Inglaterra son dos. Y en Brasil hasta hay tiempo para los torneos estaduales que, es cierto, comprimen un poco el Brasileirao, pero conviven bastante bien.

Es muy difícil que una disputa de 30 equipos sea competitiva y atractiva a la vez. Los torneos de élite son los de 20 equipos, sin dudas.

Pero acá, como cada uno busca agua para su molino y nadie prioriza el bien común, mucho menos el sentido común, se busca permanecer, a como dé lugar.

Es de imaginarse que un torneo de 30 equipos contará con los votos positivos de las instituciones mencionadas más arriba que están con promedios bajos y también con el aprobado de aquellos que quedarían comprometidos para la próxima temporada.

Ahora bien, ¿cómo se organiza el año calendario con semejante cantidad de participantes?

Cuando les conviene los dirigentes argentinos son muy creativos, fuman adentro de una garrafa. Ya lo tienen programado.

En la primera parte del año se jugaría la Copa de la Liga. Dos zonas de 15 a una rueda con interzonales clásicos, Newell’s y Central estarían en zonas distintas, pero igual se enfrentarían.

Los cuatro primeros de cada zona se clasificarán para los cuartos de final y la Copa avanzará hacia semifinales y final. Idéntica construcción que la última Copa de la Liga que ganó Boca (venció 3 a 0 a Tigre en la final).

Cuando les conviene los dirigentes argentinos son muy creativos, fuman adentro de una garrafa

Lo sorprendente viene después. Para la segunda mitad del año habría un “Top 20” a una rueda y un “Torneo Primera Clasificatorio LPF”, también a una rueda.

Sí, la segunda parte del año tendría no ya 30, sino 40 equipos.

Los 10 primeros de cada una de las zonas de la Copa de la Liga de la primera mitad del año jugarían el Top 20.

A los 5 últimos de cada grupo de la Copa de la Liga, 10 en total, se sumarían los 10 primeros de la Primera Nacional y así nacería el Torneo Primera Clasificatorio LPF.

El Top 20 tendrá campeón y determinará las clasificaciones a las copas que queden pendientes.

El torneo clasificatorio dejará en la Liga Profesional a los 10 primeros de su competencia y bajará o devolverá a los 10 últimos a la Primera Nacional.

Sí, podría haber 10 descensos, o quizás ninguno si todos los equipos de la Liga Profesional terminan entre los 10 primeros. Por supuesto, en este caso quedarían suprimidos los promedios.

Este formato, realmente revolucionario e inédito (también se aceptan otras calificaciones) es el que más adeptos tiene entre los dirigentes del fútbol argentino. Varios de ellos, incluidos los de Boca y River, ya se reunieron la semana pasada con Tapia y le dieron el visto bueno. El jueves, el titular afista tuvo una segunda reunión con otro grupo de representantes de los clubes. Y habrá más cónclaves.

Los otros dos formatos propuestos, que hoy no tienen muchas adhesiones, pero mañana puede cambiar, son los siguientes:

El primero es jugar de la misma manera que este año, una copa en la primera mitad del año y un torneo de 27 fechas después.

El segundo, el más improbable de todos, por ahora, es jugar dos copas de la Liga, una en el primer semestre y la segunda en la otra mitad del año.

Nada es definitivo, todo puede cambiar. Así es el fútbol argentino desde hace unas cuantas décadas.