Para encontrarse con el último campeonato ganado por la selección argentina de fútbol hay que remontarse a casi 30 años atrás, precisamente al año 1993 cuando el equipo dirigido por Alfio Basile se coronó bicampeón de América en Ecuador (en 1991 ya había ganado la Copa disputada en Chile). Aquellos dos trofeos continentales sumados al título del mundo en México 86 y al subcampeonato del 90 hacían pensar que Argentina estaba en la cúspide del fútbol y que esos resultados serían moneda corriente. A la luz de los hechos, es evidente que no fue así ni mucho menos.

Una pieza clave de aquel bicampeonato de América fue Fabián Armando Basualdo, titular indiscutido del equipo, que contó sus sensaciones al respecto: "En ese momento no tomé dimensión de lo que sucedía. Yo dije: ganamos la Copa América del '91 y bueno, un campeonato más. Ganamos la del '93 y lo mismo. Claro, ahora veo los años que han pasado y no puedo creer que no se pudo repetir. Casi 30 años después me llaman para hacer una nota por aquellos títulos. La realidad es que ahora me doy cuenta de que en ese momento no le dí el valor real que aquel logró tenía".

Copa América: Fabian Basualdo recuerda el último titulo albiceleste

El ex marcador de punta fue baluarte de aquel dorado momento de la Albiceleste, que incluyó el récord histórico de partidos sin derrotas: "Esa etapa la dividiría en dos: Copa América 91' y amistosos hasta las Copas Rey Fahd y Copa Kirin del 92' y de ahí en adelante Copa América 93' hasta las eliminatorias para el Mundial de USA 94'. El equipo jugaba de memoria con los mismos nombres y tenía un rendimiento superlativo que incluyó un invicto histórico (estuvo 33 partidos sin perder)", dijo Basualdo a Rosario3.

"En la primera etapa me pasaba que yo veía tan bien a la selección que entraba a la cancha, veía al rival y en mi cabeza pensaba por cuántos goles íbamos a ganar. Y no lo digo subestimando al rival, lo digo porque lo sentíamos así. Era un equipo que funcionaba como equipo y tenía grandes individualidades, de muy buen pie y en un gran nivel.", agregó.

Luego, se refirió a la segunda parte: "En cambio en la Copa América del 93 y luego en las eliminatorias fue todo muy cuesta arriba" contó. Y acto seguido entró en detalles: "La selección del 91' se conocía de memoria. Era un equipo que siempre intentaba jugar. Empezamos con Latorre de enganche y después se metió Leo Rodríguez que jugó en un gran nivel y se ganó el puesto. El equipo era Goyco; en el fondo jugaba yo, el Negro Vázquez, Ruggeri y Enrique. En el medio estaban Franco, Astrada, Simeone; Latorre era el enganche y después quedó Leo (Rodríguez) y Caniggia y Batistuta jugaban adelante. Nosotros mismos disfrutábamos de ese equipo porque nos sentíamos identificados con la forma de jugar. La selección del 93' en cambio, fue distinta. El equipo siempre tuvo un orden táctico pero como equipo no brilló. Yo creo que terminamos ganando esa Copa por una cuestión de jerarquía individual de cada jugador. En los momentos que se necesitó del que haga el gol estuvo Bati, cuando se necesitaba que no nos hagan goles apareció Goyco. Fue fundamental la jerarquía individual" rememoró.

Probablemente uno de los problemas principales que explican la merma en el rendimiento de aquella selección radica en las lesiones. Basualdo, de hecho lo sufrió en carne propia: "en mi caso por ejemplo, cuando volvimos de la gira por Arabia me agarró una hepatitis, al tiempo me recuperé pero cuando empecé a entrenar me desgarré el aductor. Me apuraron para jugar un clásico del torneo local ante Boca y eso hizo que me volviera a desgarrar y se me hizo también una pubalgia que me dejó cerca de tres meses más afuera. O sea, entre una cosa y otra estuve un año parado. Entonces yo llegué a la Copa América sin competencia. Incluso creí que estaba afuera de esa lista. Pero Coco me llamó a una charla y me preguntó cómo estaba. Yo fui sincero y le dije que no estaba bien. Pero Coco me dijo que me llevaba a la Copa América, que hiciera una buena pretemporada y me pusiera bien porque fundamentalmente me necesitaba para las eliminatorias (que en esa época no eran como ahora sino que se jugaban 6 partidos en un mes y medio para definir quienes clasificaban al Mundial).

Entonces arrancó la Copa América: "El equipo en ese momento ya no funcionaba bien, y encima en el primer partido se lesionó de gravedad Darío Franco. Ahí Basile me dice que me prepare, que para el partido siguiente yo tenía que jugar. Yo le dije que no estaba para jugar pero que si me necesitaba jugaba igual. Y así fue. Jugué toda la Copa América. Física y futbolísticamente muy mal. Terminé no tan mal, pero después empezaron las eliminatorias y la realidad es que no pude llegar al nivel que yo generalmente tenía y me terminé quedando afuera del Mundial" se lamentó.

Pese a eso, el lateral fue uno de los futbolistas que siempre formaron parte del equipo de Coco, al punto que fue el tercer jugador con más partidos disputados en su ciclo: "Yo a Basile le transmitía mucha confianza. De hecho cuando Ruggeri por algún motivo no estaba el capitán era yo. En una gira por Arabia en medio de la charla técnica (Coco hablaba en general y luego alguna cuestión puntual cada jugador) me dice a mí: "Quiero que ataqués como siempre por la banda y que cuando llegués al área hagas esa que inventaste de amagar y meterte por adentro. Yo no inventé nada. Es lo que sale Coco" le respondí entre risas. Pero claramente me tenía mucha confianza" contó Basualdo.

Tras aquella doble consagración continental, Argentina estuvo varias veces al borde de la gloria, pero siempre se quedó en la puerta: "la realidad es que hubo otros momentos de la selección, con Martino, con Sabella, con Bielsa, pero especialmente con El Tata en que creí que la racha se rompía. Estuvimos muy cerca pero desgraciadamente no sucedió" dijo Fabián lamentándose por las finales perdidas ante Chile tanto en 2015 como en 2016.

Extrañando a Diego

 

El inicio de aquella selección del Coco Basile fue tan fructífero que el hincha ni siquiera pedía por Diego, que tras la dolorosa final perdida ante Alemania en el Mundial 90 había dado un paso al costado. "Cuando se inicia el proceso de Basile (fue en un triunfo 2 a 0 ante Hungría en la cancha de Central) recién se había ido Maradona de la selección y había dudas. Pero con el correr de los partidos cada vez se lo nombraba menos a Diego por lo bien que estaba el equipo. Recién se lo empezó a nombrar cuando terminaron las eliminatorias y Argentina tenía que jugar el repechaje. Y ahí fue que volvió: jugó un partido amistoso por el centenario de la AFA y luego en la serie de repechaje contra Australia" explicó.

La selección de Scaloni y la Copa América

 

Basualdo también hizo tiempo para analizar a la actual selección argentina: "Veo que inició un proceso de recambio. Al principio le costó y fue criticado (como pasa siempre en Argentina) pero a medida que va teniendo rodaje veo que va acomodando mejor al equipo. Particularmente me parece que para lograr el funcionamiento ideal va a necesitar más tiempo porque se fueron jugadores de mucha jerarquía" dijo.

Aunque, Basualdo aclaró: "Hay diferencia entre tener jugadores de jerarquía y tener a los mejores del mundo. Muchos dicen que tenemos los mejores jugadores del mundo pero no es así. Tenemos al mejor pero ya con una edad que le cuesta más. Es fundamental rodearlo bien para sacarle el máximo jugo para que siga siendo el mejor. Yo veo por buen camino a la selección pero estamos lejos de ser los mejores. Nosotros tenemos muchos jugadores en Europa pero pocos en los mejores equipos. Brasil en cambio los tiene a casi todos en los mejores equipos. Esa es una diferencia importante que veo. Yo soy de los que piensa que el jugador argentino que está en Europa está en un nivel superior al argentino que juega acá".

Y en cuanto a favoritos para levantar la Copa vaticinó: "Brasil es candidato siempre, como también lo es Argentina. Y hoy podemos sumar a Uruguay. Chile va a tener que hacer un cambio generacional".

La falta de un 4

 

El del lateral derecho es uno de los puestos que hoy parece no tener dueño en la selección. El último 4 campeón con Argentina dejó su punto de vista: "Después de Zanetti, que fue un lateral extraordinario que tenía potencia, buen manejo, criterio y buena pegada, no hubo un lateral que se haya consolidado en la selección. Ahora está Montiel que es un central puesto de lateral que de lo que hay es el que más está rindiendo. Pero no es un lateral tradicional. No es un Olguín, un Clausen o un Zanetti. Para los sudamericanos los laterales son importantes.

Y agergó: "Hoy no hay un lateral de ese estilo. Tiempo atrás los laterales eran solo marcadores de punta. Posteriormente pasaron a ser más completos, con sorpresa, con buena pegada, asistidores. Menotti siempre me decía: "cuando llegás al área rival no tirés un centro, tirá un pase. Mirá al compañero y dale un pase (que no es lo mismo que un centro a la olla)".

"En la época actual es tan importante un lateral como un delantero que hace goles. Dani Alves fue elegido el mejor jugador de la última Copa América por todo lo que generaba para sus compañeros. Lo mismo en algún momento con Roberto Carlos" explicó.

El momento de Newell's

 

Si hay alguien autorizado a hablar de la actualidad rojinegra, ese es Fabián Basualdo, que disputó más de 300 partidos en la institución y se consagró campeón en la temporada 1987/88: "Creo que hubo distintas etapas en el último tiempo en Newell's. Con Kudelka se hizo una muy buena primera parte que terminó muy mal. Y a partir de esa mala segunda etapa de Kudelka me da la sensación de que vinieron peores", dijo.

Fabian Basualdo y el presente de Newell's

Y agregó: "Newell's no ha tenido en cuenta la filosofía de juego que quiere tener. Venía de un interinato de Vojvoda y a éste lo sucedió Kudelka de características similares. Es extraño entonces que en ese momento aparezca Burgos. Que no digo que sea mejor ni peor pero que tiene una idea y una formación muy distinta, de equipos defensivos y aguerridos, gente alta y con preponderancia de pelota parada".

Luego sugirió: "Newell's debería retomar el rumbo por la línea histórica de Newell's, desde inferiores a Primera División. Imagino que ahora Bernardi, que conoce bien el club, irá por esa línea".

En tal sentido, se animó a pronosticar el futuro: "Yo soy optimista. Pero también realista. Para mejorar hay que tener material. Hoy veo un plantel que no sé si está desgastado de la cabeza o qué. Hay jugadores que tienen una edad en la que les está costando. No vamos a discutir que Scocco o Pablo Pérez son jugadores de jerarquía, pero hay que ver cómo están. Lo de Maxi es distinto porque a los 40 años no sé cuántos jugadores pueden hacer lo que hace él. Es para destacarlo. Está muy por encima de la media. Pero soy optimista de que en el torneo que viene haya un Newell's competitivo".

Y cerró: "No digo que pelee el campeonato porque hoy no estamos para eso, si la gente cree lo contrario ahí empiezan las confusiones. El mensaje tiene que ser claro: vamos a rearmar un Newell's para empezar a hacer buenas campañas. Eso es un proceso que después sí te lleva a pelear campeonatos, pero hoy estamos lejos de eso. Hay gente que se va a molestar cuando escuche o lea esto, pero hay que ser realistas. Hoy hay que empezar de cero e ir de a poco. Hoy estamos para armar un equipo competitivo, de mitad de tabla para arriba".