Ernesto Colman aceptó el desafío de volver a Rosario Central, donde hizo "volar" físicamente al equipo de Eduardo Coudet. El flamante preparador físico del cuerpo técnico de Kily González confesó en Zapping Sport por qué decidió abandonar su cargo en Instituto y respondió cómo sería la puesta a punto de Ezequeil Lavezzi, si se da su arribo.

Desde Buenos Aires, donde está llevando a cabo el hisopado y análisis de anticuerpos par poder ingresar a la provincia de Santa Fe, el profe explicó: "Yo estaba con Teté Quiroz en Instituto tras mi paso por Independiente con Beccacece. Con Teté habíamos estado juntos en San Martín de San Juan en 2007. Me convocó a trabajar, pero le dije que si surgía otra posibilidad la iba a evaluar. Y me dijo que estaba de acuerdo".

"Dejé pasar una oportunidad al cuarto día de trabajo porque no me parecía correcto. Pero ahora, con más tiempo, surgió lo de Central en plena cuarentena y tanto Teté como Instituto pueden organizarse para llevar a otro profesional. Teté lo tomó bien, entendiendo cómo era la situación. Hay que manejarse de manera frontal y honesta como siempre, estaban las cosas claras de entrada", agregó.

Acerca de su primer contacto con Kily González, dijo que encontró alguien que "ama a Central, muy intenso, apasionado, con ganas de hacer lo mejor por Rosario Central".

Colman, cuando fue presentado junto a Coudet.


Justamente la de la pasión es una condición que podría emparentarlo con el Chacho, aunque Colman prefirió la cautela: "Son muy apasionados los dos, pero no lo conozco a Kily por su forma de ser. Yo con el Chacho tenía otra historia, nos conocíamos de antes, del barrio, de cuando hizo sus inicios en Platense. Con el Kily no tengo esa suerte, pero la primera impresión que me dio es que coincidimos en algunas pautas de trabajo".

El hecho de haber pasado dos años en la entidad le aporta un plus para haber aceptado el regreso: "Conozco a la gente del departamento médico, a los dirigentes, a toda la gente del club. Me sentí muy cómodo, a gusto, aunque también acompañaron los resultados. Si bien no se pudo coronar, se hicieron dos buenos años de trabajo y fue una linda experiencia".

En cuanto a la planificación de trabajo, para Colman es importante saber que no hay aún fecha de regreso de la competencia: "Iremos de manera gradual, tratando que la ansiedad no nos lleve a cometer errores. Hay que tener paciencia. La clave es tener paciencia, no querer hacer en poco tiempo lo que no se hizo en cuatro meses".

"Me preocupa que el jugador no esté en su hábitat diario de entrenamiento, que no se pueda calzar los botines, el césped, la pelota. Eso es lo más complicado, por eso hay que ir de manera gradual", añadió.

Y cerró hablando de cómo encararía la puesta a punto de Ezequiel Lavezzi, retirado desde diciembre, en caso de que fiche en Central: "El tiempo es importante. Son jugadores que han hecho una carrera extensa y se van conociendo. Se puede trabajar tranquilo".

"El tema es que se vuelvan a adaptar, en ese caso particular y cualquier otro caso. Volver a adaptarse, lo mismo les sucederá a los jugadores. Porque no es lo mismo entrenar en una habitación o espacio reducido, sin la conexión con tus compañeros, el césped, los botines", finalizó.