La Concacaf trae una nueva historia sorprendente e insólita. En el duelo entre Inter Moengotapoe y el Olimpia de Honduras, que dirige Pedro Troglio, debutó el vicepresidente de Surinam y se transformó en el jugador más longevo en disputar un partido oficial. Tiene 60 años, es presidente del club y se dio el gusto de jugar con uno de sus 50 hijos. Además es buscado por Interpol.

Ronnie Brunswijk, vicepresidente de Surinam y dueño de Inter Moengotapoe, se calzó la camiseta número 61 y salió a la cancha como titular en el partido que terminó con un contundente triunfo del equipo de Troglio por 6-0. Tan solo jugó 29 minutos.

Su participación en el juego le sirvió para convertirse, a los 60 años, en el jugador más veterano en jugar un partido por la Liga Concacaf.

Brunswijk fundó el club en 1992 y ofició como presidente, técnico y jugador del club en sus inicios y, en total, Inter Moengotapoe ganó 10 títulos desde 2007.

Más allá de lo pintoresco de la situación, poco pudo hacer el vicepresidente de Surinam para evitar la abultada derrota ante el equipo de Pedro Troglio. Ahora, se volverán a ver las caras en Tegucigalpa, el martes 28 de septiembre, por la revancha.

La carrera futbolística de Brunswijk de momento se verá limitada a un solo partido, ya que no podrá disputar el encuentro de vuelta, puesto que no puede salir de Surinam al estar fichado por la Interpol por delitos relacionados con el narcotráfico en su pasado.

El político del país sudamericano es un personaje acostumbrado a convivir con la polémica desde su adolescencia al estar vinculado con el tráfico de drogas y con el mundo de las guerrillas. Es padre de 50 hijos, fue ladrón de bancos en su juventud, propietario de una mina de oro y ahora también futbolista profesional.

Al finalizar el partido, se filtraron varios vídeos de Brunswijk en el vestuario del Olimpia al final del partido repartiendo lo que parecen ser billetes de 100 dólares, ante la fascinación de los jugadores hondureños que pedían aplausos para su anfitrión.