La organización y el comité de los Juegos Olímpicos dejará competir a un deportista condenado por violar a una niña de 12 años. Se trata de Steven van de Velde, jugador neerlandés de Beach Vóley, quien logró la clasificación al torneo y ahora estará "aislado" de la Villa Olímpica alejado de su delegación. 

“Conocemos la historia de Steven. Fue reconocido culpable según el derecho inglés y cumplió su pena”, aceptó Michel Everaert, secretario general de la Federación Neerlandesa de Vóley, en diálogo con la BBC. Van de Velde admitió tres cargos de violación contra la menor, a quien había conocido en Facebook.

Qué fue lo que ocurrió

 

Cuando tenía 19 años, voló desde los Países Bajos al Reino Unido en agosto de 2014 para encontrarse con la víctima. El juez Francis Sheridan afirmó entonces, cuando lo sentenció: “Tus esperanzas de representar a tu país ahora yacen como un sueño destrozado”.

Sin embargo, Van de Velde fue liberado tras cumplir solo 12 meses en una prisión neerlandesa y rehabilitó su carrera. En junio aseguró su plaza para los Juegos de París junto a Matthew Immers, y actualmente son el equipo número 11 del mundo.

Según detalló Infobae, durante su sentencia en el Tribunal de la Corona de Aylesbury, después de ser extraditado desde su país natal, su defensora, Linda Strudwick, comentó sobre el veredicto: “Los titulares lo dicen todo: ‘Un monstruo sexual’. Claramente, es el fin de su carrera”. Van de Velde había viajado desde Ámsterdam a Milton Keynes para tener relaciones sexuales con una niña que, según confesó, sabía que tenía solo 12 años.

La Sociedad Nacional para la Protección contra la Crueldad a los Niños expresó su indignación por la falta de remordimiento de Van de Velde, calificándola de “asombrosa” y añadiendo que su víctima sentiría una gran angustia al leer sus comentarios. “El grooming puede dejar a un niño sintiéndose avergonzado o culpable, creyendo que de alguna manera ha participado voluntariamente”, remarcaron desde la entidad.

Tras su liberación en 2017, Van de Velde expresó: “Quiero corregir todas las tonterías que se han escrito sobre mí cuando estaba encerrado. No leí nada de eso, a propósito, pero entiendo que fue bastante malo, que me han calificado como un monstruo sexual, como un pedófilo”.

Van de Velde, que ahora tiene 29 años, había llorado en la corte al escuchar sobre el autolesionamiento y sobredosis de su víctima. “Tus acciones han arruinado tu vida y podrías, si nunca hubieras venido a Inglaterra y cometido estos delitos, haber sido un líder en tu deporte”, le dijo el juez Sheridan durante la sentencia. “Una niña joven, ingenua y tonta, había formado la opinión de que la amabas”, continuó.

El regreso de Van de Velde planteó un dilema moral para el Comité Olímpico Internacional (COI), ya que cada atleta debe firmar una Declaración de Derechos y Responsabilidades de los Atletas, cuyo punto siete exige: “Actuar como un modelo a seguir”. Pese a su condena previa, Van de Velde ha reconstruido su carrera hasta ser una presencia destacada en el vóley de playa.

Finalmente, el Comité neerlandés habilitó su participación, aunque con un régimen especial en medio de la polémica. Su participación, de todos modos, provocó un sinfín de reacciones en las redes sociales.