A los 93 años, murió Amadeo Carrizo, uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol argentino. Sus últimos días los pasó como presidente honorario de River, pero la gloria la consiguió en la cancha.

Había nacido en Rufino, Santa Fe, el 12 de junio de 1926 y falleció esta madrugada en Buenos Aires, tras soportar una prolongada y dura enfermedad.

Carrizo fue considerado un innovador por su rol de arquero-jugador, lo que lo llevó a la Selección argentina.

El conmemoración de su nacimiento, en 2011, el Senado argentino instituyó que el 12 de junio sea considerado el Día del Arquero.

Carrizo comenzó a jugar al fútbol defendiendo el arco del BAP de Rufino, en cancha del club San Martín, la cual hoy ya no existe. Luego de pasar por Junín, debutó en River el 6 de mayo de 1945, donde disputó 523 partidos. Así se transformó en el jugador con mayor presencia en la institución.

Fueron 24 años con la camiseta del Millonario, donde transformó el puesto con un estilo vanguardista para su época, arriesgado por utilizar los pies más de lo habitual.

Carrizo debutó en Primera en 1945, en los tiempos de La Máquina, y se mantuvo como titular hasta 1969, cuando se despidió de River con nueve títulos en su palmarés.