En la previa del partido por los 16avos de final de la Copa Argentina, Rosario Central y Quilmes hicieron un minuto de silencio en señal de respeto, tras el asesinato el pasado lunes de un chico de 13 años que había jugado en las inferiores del conjunto de Arroyito.

La noticia fue de tal impacto que hasta la AFA emitió un mensaje lamentando el hecho a las pocas horas de ocurrido el crimen. Lucas Vega Caballero tenía 13 años y este lunes por la noche recibió un tiro en el pecho en la esquina de Génova y González del Solar.

El joven hizo las inferiores en Rosario Central, historia que vio la luz a partir de las imágenes que compartió en su cuenta de Facebook, donde se mostraba gambeteando a dos jugadores de Boca en su foto de perfil.

Lucas murió de un disparo en el pecho, de acuerdo a las primeras informaciones que se conocieron de la feroz balacera que tuvo lugar pasadas las 22.30 de este lunes, que es investigada por la fiscal Gisela Paolicelli.

Se encontraba con otros adolescentes, que también fueron heridos de bala. Su hermano, de 15 años, recibió un tiro en la pierna derecha por el que fue trasladado al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.