Rosario Central volvió a sufrir fuera del Gigante. El equipo de Miguel Russo perdió 2 a 1 ante Gimnasia y sigue sin victorias ni buenos partidos como visitante. Arrancó en ventaja por un gol de Tobías Cervera, pero dos goles de Tarragona -el segundo de penal- lo dejaron sin nada. 

Con este resultado, el conjunto rosarino se complicó en la búsqueda de ingresar a la Copa Sudamericana el próximo año. Por su parte, el Lobo salió de la zona de descenso y el Bosque festejó semejante alivio. 

El trámite del partido le favoreció al Lobo. Desde el inicio, las mejores chances fueron del local. Tanto que Jorge Broun se transformó rápidamente en figura con un par de atajadas, una con la cara ante un bombazo de Domínguez. El arquero terminó con el ojo hinchado. 

Sin embargo, en la primera acción ofensiva, Central llegó al gol. Cervera descargó bien para Campaz y el colombiano lo asistió para que el ex Aldosivi meta su primer gol en el Canalla. 

Era el momento de ser inteligente. Central debía jugar un partido inteligente. Sin embargo, no lo supo aguantar. A pesar de que Gimnasia se apagó tras el gol de la visita, llegó al empate por un bombazo de Tarragona. 

En el segundo tiempo, Gimnasia lo dio vuelta a los 9 minutos por un penal de Tarragona. Una mano de Toledo que el árbitro interpretó que debía ser sancionada, le dio la chance el tripero de salir de la zona de descenso. 

Después no hubo respuestas. Ni desde el banco, donde Russo hizo solo dos cambios (uno por dolencias de Giaccone) ni desde el campo. Solo Campaz insinuó algo más. El Canalla no tuvo ideas para empatarlo. Solo un disparo de Lovera en el final pudo cambiar la historia. 

Lo que no cambia es la sensación del hincha. Cada vez que el equipo sale del Gigante no le presenta dificultades al rival. 

Se viene el clásico. Es un partido aparte. No importarán los antecedentes. De todos modos, Central deberá encontrar respuestas para el futuro inmediato.