Rosario Central presentó hace algunas horas un escrito de más de 100 páginas ante la Unidad Disciplinaria de la Conmebol, en donde realizó un "extenso descargo con múltiples pruebas", aseguró la institución, en razón del expediente abierto por la casa madre del fútbol sudamericano y la denuncia realizada por Peñarol.

El conflicto se dio en la previa y en el post partido jugado en el Gigante de Arroyito, en el marco de la Fase de Grupos de la Copa Libertadores.

Asimismo, "se realizó una denuncia contra el club uruguayo por los distintos daños que su parcialidad realizó en el estadio y a nuestros simpatizantes, además de declaraciones y acusaciones tendenciosas y maliciosas, sin sustento fáctico ni jurídico", indicaron.

"Si bien somos conscientes de los hechos acaecidos, la conducta de la parcialidad de Peñarol en nuestro estadio no puede quedar impune ni desviar la realidad de lo ocurrido con maniobras mediáticas de baja calaña", acusaron.

Además, el club expresó que continúa realizando otras denuncias pertinentes en los ámbitos correspondientes "por las declaraciones acusatorias que se siguen manifestando".

"Nuestro Club ya ha demostrado en otras ocasiones que además de no tener antecedentes de disturbios en nuestro estadio, los partidos lo jugamos en la cancha y los puntos los ganamos o perdemos en los 90 minutos de juego", argumentaron.

Y a continuación, se expresa: "Desde nuestra institución renovamos el compromiso por la NO VIOLENCIA en el fútbol, instando a sus hinchas y ajenos a vivirlo como una fiesta donde podamos convivir en paz con los simpatizantes de otros equipos que, al igual que nosotros, quieren ser parte de un fútbol integrador".

Finalmente, anunciaron: "Estamos trabajando en nuevas medidas de seguridad en el estadio que brinden más tranquilidad a todos los espectadores para cuidar su integridad en los partidos".