Rosario Central cayó ante Universidad Católica de Chile por 2 a 1, en su segunda presentación en el grupo H de la Copa Libertadores de América. Los goles del partido: Edson Puch a los 28 minutos del primer tiempo; Duván Vergara a los 46’ del segundo y Luciano Aued en la jugada final.



Central jugó un muy mal primer tiempo y casi no inquietó al arquero Dituro. Los de Quinteros se fueron al descanso ganando con justicia. En el segundo acto mejoraron, lograron la igualdad, pero en la última acción del pleito se descuidó abajo y lo pagó con el penal que convirtió el ex Gimnasia.

Con esta caída, los auriazules quedan en la última posición del grupo H del certamen junto a Gremio con un punto, mientras que los chilenos se recuperaron del tropiezo inicial y se colocaron segundos con 3, a 3 del líder Libertad.

En lo que va de 2019, los de Arroyito llevan once partidos oficiales y dos amistosos sin ganar. Ahora, el domingo a las 15.30 enfrentará a San Lorenzo por la fecha 23 de la Superliga. Mientras que completará la primera tanda de partidos de la Copa el jueves 28 de marzo a las 21 como visitante ante. Libertad.

En el primer tiempo, el equipo trasandino fue superior a un Canalla que salió a esperar y nunca pudo hacerse de la pelota. Los locales tomaron las riendas desde el inicio y superaron a los de Ferrari en todas las fases del juego.

Ya a los 2 minutos, Barbieri cometió un penal infantil, empujando a un rival, que el juez Carrillo ignoró. A los 4’, Cabezas se lesionó sólo al hacer una falta de amarilla y debió ser reemplazado por Parot. Pero el balón estuvo siempre en potestad de los chilenos.

De todos modos, la Católica tampoco generaba tanto. A los 8’, Sebastián Sáez exigió a Ledesma con un cabezazo, pero poco más. Hasta que a los 28’, tras una contra que Camacho y Riaño dilapidaron, el arquero local metió un pelotazo que Barbieri cabeceó hacia atrás, habilitando a Puch mano a mano para que estampara el 1-0.



Los auriazules se arrimaron sólo una vez: un cabezazo de Riaño que el arquero local atajó sin despeinarse. Poco y nada más en el primer tiempo, que quedó con justicia del lado de la UC.

En el complemento, los del Loncho mejoraron. Adelantaron sus líneas, presionaron más alto y empezaron a generar algunas ocasiones. Con la entrada de Zampedri por Palavecino fue más peligroso arriba y el empate no parecía una utopía. Pero no tuvo lucidez para aprovechar esa supremacía territorial.

Un centro de Molina que no pudo capitalizar Riaño (27') y un cabezazo de Barbieri, sólo, que se fue desviado (37') le sirvieron para convencerse de que podía. Y si bien sufrió con algunas contras, como una que Sáez casi convierte de cabeza, siguió insistiendo y logró la igualdad con una gran definición de Vergara.



El reloj ya marcaba 46' y el empate estaba cantado. Pero Central se descuidó en el fondo, quiso ir por más y en una contra, Rizzi perdió mano a mano con un adversario y cometió un penal infantil. Era la última acción y terminaba. Aued no perdonó y le sacó del bolsillo el punto que ya estaba saboreando.