En tiempos de necesidad, lo primero es sumar. Después se analizan las maneras. Y esta noche, Rosario Central se trajo a la ciudad lo que fue a buscar a una de las canchas más difíciles del país: tres puntos fundamentales de Tucumán para su gran objetivo de lograr la permanencia. El cómo, aunque importa, queda en un segundo plano.

En el último partido de la fecha 1 de la Superliga de primera división, el Canalla venció por 2 a 1 a Atlético. Los goles del pleito: Ciro Rius de media distancia a los 27' del primer tiempo; Nahuel Molina en contra para la igualdad a los 9' del segundo y Leonardo Gil a los 21’ volvió a adelantar a los de Arroyito.

El conjunto de Cocca no lució, pero trabajó duro para aguantar a su adversario en los momentos en que éste lo puso en aprietos. Y pudo sacar ventaja por esos dos grandes aciertos de Rius, con un disparo de otro partido en medio de la paridad inicial, y de Gil cuando parecía que se le venía la noche.

Zavala vivió su debut con la camiseta canalla. (Sitio oficial)

En el primer acto, los locales se mostraron algo más peligrosos y tuvieron algunas chances de marcar: a los 25', Jeremías Ledesma (el mejor canalla) tapó dos veces ante sendos remates de José Luis Fernández. Y a los 39’, el propio Fernández llegó para patear recto al arco tras mal cálculo de Barbieri, pero cerró Molina.

En Central no estuvo encendido el circuito de juego y salvo algunas aproximaciones a los ponchazos, como un centro de Molina que Riaño alcanzó a desviar pero quedó en las manos de Lucchetti, casi no inquietó a los norteños. La única clara fue la del gol. Y con eso le alcanzaba para ganar.

En el inicio del segundo acto, el Decano salió decidido a empardarlo. Y dejó huecos para la contra, que casi aprovecha Rius desde la derecha: metió un centro atrás en el área, pero el 1 tucumano le dijo que no. Tres minutos después llegó el empate: tras una serie de rebotes, Carreras pateó cruzado y halló la ayuda de Molina que lo "corrigió".

Lovera cuida la pelota. Fue titular junto a Riaño. (Sitio oficial)


Los de Zielinski creyeron que era su momento para asestar el segundo golpe. Y casi lo logran por intermedio de Acosta, que tras una buena combinación con Toledo pateó sobre un defensor. Pero un rato más tarde el que volvería a golpear fue Central: luego de una serie de toques que inició Rius, Rinaudo (la otra figura) habilitó verticalmente a Gil, que enganchó y con un disparo bajo puso el 2-1.

Desde ahí, el Decano intentó desesperadamente pero no pudo vulnerar la resistencia de Ledesma, que se mostró muy seguro en cada centro o remate al arco. Y corte de luz mediante (el partido estuvo 12 miuntos detenido), Central pudo marcar el tercero pero falló, como en la heroica jugada de Rinaudo que Gil desperdició increíblemente solo.

Al cabo, sufriendo por el empuje albiceleste pero siempre bien plantado, el triunfo centralista se corporizó. Y Central se guardó en el bolsillo una victoria que cotizará entre las más valiosas a fin de temporada, cuando se defina el futuro de los auriazules en la elite del fútbol argentino.