Una buena noticia de fin de año recibieron este miércoles los dueños y trabajadores de la empresa Vassalli, clave para el desarrollo productivo de la región, que llegó finalmente a un acuerdo con un grupo de nuevos inversores, lo que permitirá recuperar la fábrica de cosechadoras de Firmat después de dos años y medio de conflicto.

El convenio fue confirmado en Radio 2 por el abogado de la seccional local de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Pablo Cerra, e indicó que sólo falta el aval de la Justicia, que se concretaría este viernes.

Con dicha habilitación, los nuevos accionistas se harían cargo de la planta a mediados de enero próximo y prometen mantener los 300 puestos laborales de la firma.

Se trata de los empresarios cordobeses Gastón Aguirre, Sergio Barbero y Néstor Girolami, que compraron una parte de las acciones de la compañía, mientras que el 60 por ciento queda en manos de Mariana Vassalli, nieta de quien la fundó en 1949.

“Es una emoción muy grande después de casi dos años y medio de lucha. Hay mucha esperanza e ilusión positiva, no romántica, sino real, palpable”, expresó Cerra en el programa La primera de la tarde, donde recordó además que la negociación con los inversores llevaba tres meses.

Señaló que “hoy la situación de los empleados es deplorable, pero lo positivo es que se conservarían los 300 puestos de trabajo”.

 

Vassalli Fabril SA tuvo una producción intermitente a lo largo de este 2019 y atravesó incluso tomas de trabajadores con salarios atrasados y la incertidumbre sobre qué sucedería con la fábrica, con la intervención gremial de por medio.

El conflicto se originó en 2016 cuando Venezuela, principal cliente de Vassalli, se negó a pagar 245 cosechadoras ya fabricadas por encargo, y sólo accedió a comprar 50, lo que generó pérdidas de hasta 187 millones de pesos.

Los apoderados de la planta decidieron ponerla en manos de accionistas, en una transferencia que no tuvo monto económico de por medio.