"Vamos a buscar el mayor trabajo posible para nuestra cooperativa porque el año pasado tuvimos una pérdida importante".

Esas fueron las primeras declaraciones que hizo este mediodía a la prensa José Pedro Marco el flamante presidente de la Cooperativa de Estibadores Portuarios de Puerto General San Martín al término de la asamblea de normalización de la entidad que, bajo estrictas condiciones de seguridad, se realizó sin mayores inconvenientes

Con el voto unánime de los 114 socios asistentes (de los 129 habilitados), eligieron a Marco como titular luego de décadas de férreo control de Herme Juárez.

El viejo cacique no pudo conseguir los avales necesarios (ni siquiera completar su lista) así que había sido inhabilitado para competir por el control. Y pese a que sus allegados estuvieron agitando anoche la posibilidad de disturbios, todo transcurrió con normalidad. 

Luego de quedar afuera de la competencia electoral, Juárez había querido suspender la asamblea por vía judicial y manifestaciones con aprietes de parte de organizaciones no portuarias, pero tanto la jueza Sylvia Aramberri como la Sala A de la Cámara Federal de Rosario validaron lo actuado por la intervención y habilitaron la realización de la asamblea.

"Felizmente podemos anunciar que se terminó la intervención de la cooperativa", resaltó el interventor Daniel Sorrequieta a Canal 3.

La cooperativa está intervenida por la Justicia federal desde finales de 2019 cuando Juárez cayó presó por lavado de activos, entre otros delitos. 

Al principio la intervención quedó en manos del juez federal Marcelo Bailaque y el interventor Roberto Pasqualino, pero luego de denuncias por irregularidades que hicieron los estibadores de Marco lo corrieron al interventor. Los asociados también alertaron que fue en esa época que la cooperativa perdió los trabajos, que ahora Marco quiere retomar. Recién cuando entró como interventor Sorrequieta y el caso pasó a Aramberri se empezó a emprolijar la situación

Hay nuevas autoridades en la Cooperativa de Estibadores

"Queremos felicitar al interventor Sorrequieta que en 7 meses logró normalizar la cooperativa cumpliendo su palabra en tiempo y forma", dijo esta mañana Marco a Canal3. "Hizo la gestión cómo corresponde para devolver la cooperativa a sus dueños", resaltó.

Como además de la lista de Juárez, otra grupo quedó inhabilitado para competir, Marco corrió sólo. "Esto es el producto del trabajo de dos meses intensos de organización", agregó.

Nuevos tiempos en los muelles

"Queremos recuperar la actividad de nuestra cooperativa, que sufrió una gran pérdida de trabajo y con el equipo extraordinario que tenemos lo vamos a lograr", dijo Marco

Ahora bien: ¿Quién es el nuevo presidente? Marco no es un outsider de la dirigencia de la cooperativa, pero nunca fue de la mesa chica de Juárez. Y fue uno de los impulsores de las primeras muestras públicas de oposición al férreo control del otrora cacique sindical.

En ámbitos privados vinculados a la actividad portuaria regional es considerado un dialoguista y hombre de trabajo marcando un total quiebre con el estilo de conducción dura de Juárez. 

La cooperativa por años tuvo el monopolio de la prestación de los servicios de estibaje en los puertos cerealeros de Puerto General San Martín y Timbúes, los más importantes del país. 

Con tarifas en dólares y sin competencia, Juárez construyó un imperio económico. Además, al no dejar entrar la competencia, manejó a discreción las tarifas generado sobre-costos en la puertos de la región, que perdían competitividad frente a los de Bahía Blanca.

SI bien la cooperativa prestó siempre un servicio de primer nivel a la altura de las necesidades de los muelles cerealeros, el costo extra nunca terminó de ser digerido por las operadores portuarias.

Con la asunción de Mauricio Macri a la Casa Rosada, los puertos privados forzaron a Juárez a que deje entrar la competencia. Pero como la salida era negociada, pocas empresas pudieron entrar y prestando algunos servicios, porque Juárez (que también controlaba el sindicato de estibadores, que es el que designa a los jornaleros que van a trabajar a las estibadoras) siempre se las arreglaba para poner alguna que otra zancadilla.

Pero recién con la intervención de la cooperativa ese negocio se pudo descentralizar de manera consistente. En la actualidad, la cooperativa tiene el 55% del negocio del estibaje en la zona. En tanto, Milisenda Servicios Portuarios y Sap son las dos operadoras privadas que lograron asentarse en la prestación del servicio.

Si bien ahora la cooperativa buscará aumentar su actividad, hay confianza en el sector privado que -de la mano de Marco- habrá una fuerte pero leal competencia.

En ese marco, lo más importante es que, por primera vez en 50 años, en marzo pasado, el Supa negoció paritarias con la Cámara de Puertos y la Cámara de Actividades Portuarias.

Por el contrario, durante el reinado de Juárez los jornales de los trabajadores eran fijados unilateralmente por el cacique sindical, y esa suba era trasladada a la tarifa que la cooperativa cobraba a os puertos, por más que -aseguran en los muelles- los aumentos de jornales no terminaban en el bolsillo de los trabajadores. 

Esas paritarias, homologadas por las autoridades, tienen cláusulas de ajuste que le otorgan previsibilidad a las empresas.

Finalmente, para terminar el proceso de normalización se realizará el 24 de noviembre la asamblea en el Supa, el sindicato de los estibadores. El interventor José Castro confía en que el trámite será normal y se espera que Juárez tampoco pueda hacer pie allí.

Es que luego de que corrieron a Juárez se terminaron las maniobras del Supa que retaceaba envío de estibadores a las empresas que le cometían a la cooperativa.