La Comisión Nacional de Valores (CNV) avanza con una auditoría para determinar la magnitud de la crisis financiera de la agencia de Bolsa local Fernández Soljan. La semana pasada el mercado a término Matba-Rofex advirtió "un faltante teórico preliminar en el marco de la conciliación de saldos líquidos comitentes" de la agencia, descalce que disparó la suspensión preventiva por parte del ente de control.

Ahora la CNV busca precisar cuánto dinero falta del saldo diario en efectivo que dejan los clientes en sus cuentas por sus operaciones en mercados institucionales. Y el resultado estará en los próximos días.

La semana pasada desde la empresa habían deslizado que le faltaban unos 800 mil dólares, pero los primeros números que trascienden están dando una cifra más cercana al millón y medio de dólares. Así y todo, como hay cruce de garantías, la cifra final del faltante todavía está abierta.

Como sea, si el número certero está entre esas dos puntas, es una cifra que en círculos financieros llama la atención porque aparece como manejable para una sociedad de Bolsa como Fernández Soljan. Sobre todo porque si la hubiera cubierto, la crisis -que, en rigor, venía arrastrando desde hace tiempo- no se hubiera hecho pública, con todos los contratiempos que la exposición mediática supone para una empresa bajo estrés financiero y en plena corrida de inversores. ¿Será que ya se había diréctamente quedado sin fondos que no podía ni cubrir el blanco? ¿El descalce es tan grande que servía para poco cubrir el faltante? Ambas, preguntas muy escuchadas en la city, todavía siguen sin encontrar respuestas.

Sobre el faltante que audita CNV, no sería por una operatoria bursátil definida ya que esos saldos líquidos pueden ser para operar cualquier contrato del mercado de capitales. Tampoco afectaría a un mercado institucionalizado en particular. Por ejemplo, en Matba-Rofex hay garantías en exceso para cubrir las posiciones abiertas y en el Mercado Argentino de Valores (MAV) revisaron la operatoria abierta de la agencia (cauciones) y está todo en regla.

Según averiguó Rosario3, inversores que operaban en Bolsa con Fernández Soljan ya empezaron a mudarse en masa a otros operadores del mercado, mientras que los clientes que les faltan sus saldos líquidos no judicializaron hasta ahora la situación. 

Pero el descalce bursátil es sólo la punta del iceberg de una crisis mucho más profunda y que se centra el dinero blue que ahorristas le depositaban para operaciones privadas en la Bolsa de Chicago atraídos por un interés anual de dos dígitos en dólares.

En efecto, había clientes que tenían un pequeño monto en blanco depositado para operaciones en Bolsa con la agencia Fernández Soljan, pero el grueso de sus fondos los ponían en blue en favor del titular de la empresa Luis Herrera, ex presidente del Matba-Rofex, y no en Fernández Soljan. Y después hay un grupo de inversores que solamente llevaban los dólares en efectivo. En ese lote, que creció fuerte por el boca a boca de los grandes rendimientos en dólares que se conseguían hay tanto ahorristas de a pie como grandes inversores.

En círculos financieros estiman que en ese caso los fondos privados enganchados implican muchos millones de dólares, pero sólo en la empresa pueden conocer la profundidad y el alcance de la crisis.

Según supo Rosario3, hay abogados penalistas que recibieron en las últimas jornadas de manera individual a inversores blue, pero poco pudieron avanzar porque ir contra Herrera también supondría también tener que explicar porque no tenían esos fondos registrados y pagando los impuestos correspondientes. Ir por el lado de la Justicia civil y comercial también supondría tirarle un centro a Herrera ya que significaría la pesificación de los billetes verdes invertidos. 

Por el lado de la empresa, hay silencio de radio. Sólo hubo contactos entre abogados de Fernández Soljan y autoridades del mercado, en reuniones que dejaron más muecas de preocupación que otra cosa. Lo que dejaron trascender de la financiera es que están buscando ordenar la situación y siguen sosteniendo que los fondos están colocados en el exterior pero enfrentan inconvenientes técnicos y jurídicos para traerlos en el volumen que sus ahorristas le están demandando.

Precisamente, que sea dinero blue el que supuestamente se colocó afuera supone el armado de una ingeniería financiera para convertirlo en oficial sin mover el avispero y por eso es difícil que, de estar los fondos, los traiga al ritmo de la corrida.

Hasta ayer jueves, los inversores seguían sin novedades concretas desde la empresa. Incluso, a algunos de los que los venían atendiendo ya no les contestaron las llamadas y están al tanto que Herrera dejó de asistir a su oficina del microcentro. Es más, luego de un par de días de colas en la calle de ahorristas esperando a que los atiendan, desde el jueves la oficina cerró y había en la puerta personal "de seguridad", entre dos y tres según la hora, avisando a quienes se acercaban que "momentáneamente" no había nadie atendiendo.

Y por eso los ánimos se están empezando a caldear. Es que la empatia inicial de la semana pasada de los importantes ahorristas que quedaron enganchados empieza a desquebrajarse en la medida que no llega una comunicación formal de la financiera sobre el plan concreto para devolver los fondos colocados.

Finalmente, la atención está puesta en el respaldo de la empresa para responder y todos miran al 5% de las acciones que Herrera tiene en el Matba-Rofex, lo que lo convierte en uno de los principales accionistas. Ocurre que buena parte de esas acciones tienen una prenda a favor de otro agente de Bolsa de la ciudad, por lo que los fondos que pueda llegar a sacar (en caso de poder levantar la prenda y colocar todas las acciones en un breve tiempo) serían menores a la cotización que hoy tienen esos valores.