El presidente de la Administración General de Puertos (AGP), José Beni, arrancó ayer lunes en Rosario una ronda de reuniones con empresarios y funcionarios de la región para presentar los inminentes cambios en la administración de la hidrovía. Un "road show" que esta mañana lo llevará a recorrer el complejo portuario cerealero de Dreyfus en Timbúes para reunirse finalmente en Rosario con el gobernador Omar Perotti.

Durante las reuniones, Beni -quien estuvo acompañado del subinterventor del organismo, Patricio Hogan- mostró cómo es la hoja de ruta del traspaso de la concesión de la empresa privada Hidrovía SA a la AGP y también puso sobre la mesa sus proyectos para los 12 meses en los que tendrá el control de la administración del sistema troncal de navegación. 

Un punto fuerte de la gira de la AGP fue la reunión que mantuvo ayer con las principales autoridades de la Bolsa de Comercio de Rosario, quienes lo esperaba con una agenda cargada. A la salida del encuentro, fuentes de la entidad bursátil dijeron a Rosario3 que fue productivo y ameno y que el mensaje que trajo Beni fue muy bien recibido por el sector. En efecto, la AGP como organismo técnico que es se mostró en las reuniones muy consustanciado con el objetivo de garantizar el mantenimiento óptimo del sistema.

El principal temor de los usuarios de la hidrovía -que es la principal salida logística de la exportación cerealera- es que el cambio afecte la navegabilidad de los ríos, sobre todo durante la histórica bajante. Y el mensaje de Beni fue contundente al señalar de que todo está previsto para que el pase de la concesión no genere inconveniente alguno.

Formalmente, Beni comentó que el 11 de septiembre la AGP empezaría a tener la concesión de la hidrovía. No obstante, días antes el organismo ya tendría contratados a una empresa dragadora para que se haga cargo de las tareas desde el 11 y a otra empresa para que haga lo mismo con el balizamiento. 

Todo indica que Jan de Nul, que desde lo 90 draga el río, lo continuaría haciendo ya no como concesionario sino como contratista. Y para el balizamiento dejaría de estar la argentina Emepa y el servicio lo prestaría un pool de empresas que en la actualidad prestan ese servicio en el puerto de la ciudad de Buenos Aires y que por eso le generan tranquilidad a la AGP de que lo harán de manera correcta. 

No obstante, Beni informó que las empresas contratadas estarán por poco tiempo ya que la AGP licitará ambas tareas para que, bajo otras condiciones, se complete el período de 12 meses en los que la AGP tendrá a cargo la concesión de la hidrovía. 

Según comentó el alto funcionario a los empresarios con los que se reunió, la idea central es administrar el sistema actual ya que los cambios y mejoras de fondo a la vía navegable los diseñará el gobierno nacional para la licitación de largo plazo que preparará mientras transcurran los 12 meses de la administración de la AGP.  Garantizar el servicio, recabar información y lograr know how aparecen como los objetivos principales de la AGP para estos 12 meses.

No obstante, Beni dejó la puerta abierta para analizar la posibilidad de bajar la tarifa del peaje, un reclamo permanente de los usuarios. Igual, van a a ir paso a paso ya que la experiencia muestra que tras los años de bajante vienen los de crecida y esos son los que, por el sedimento en el lecho, provocan la necesidad de redoblar las obras de dragado. No en vano, Hidrovía SA, la todavía concesionaria del dragado, tuvo resultados económicos ajustados en los años posteriores a las bajantes.

Durante la reunión en la Bolsa, los funcionarios nacionales también aprovecharon para contar sobre la gestión diaria de la AGP, haciendo énfasis en que se trata de un organismo descentralizado, autárquico técnico, con presupuesto propio, que no se financia con el Tesoro nacional y que paga los servicios portuarios que contrata en plazos de 10 días de presentadas las facturas. De esa forma, Beni desactivó así temores empresarios de que los fondos que cobre del peaje por el dragado y balizamiento vayan al Tesoro, desfinanciándose así la hidrovía. Y también otro temor que ahuyentó fue que las dragadoras puedan pasar costos más altos por el servicio para cubrirse de demoras en el cobro ahora que el Estado cobrará el peaje y no como hasta ahora que es una concesión en la que el privado cobra el peaje.

Además de la reunión en la Bolsa, ayer Beni fue a la tarde a la sede del Instituto de Desarrollo Regional (IDR), que preside Juan Carlos Venesia, para delinear acciones conjuntas en el marco del Encuentro Argentino de Transporte Fluvial y el Programa de Infraestructura de la UNR.

Canal Magdalena

Durante la reunión en la Bolsa a Beni también le preguntaron sobre el estado de situación del proyecto del Canal Magdalena, un nuevo punto de ingreso al sistema desde el océano (más al sur que el actual que es Punta Indio) cuyo desarrolló también quedó en manos de la AGP.

La obra -a pedir de los puertos de Buenos Aires al sur- tiene una asignación plurianual el presupuesto nacional que gira en torno a los 300 millones de dólares. Formalmente, la "activación" de esos fondos depende del Ministerio de Economía de la Nación. Recién cuando eso ocurra, AGP licitará la obra de apertura del canal, que demandará unos tres años de tareas.

El temor de los puertos up river es que la puesta en marcha del Magdalena conlleve la anulación del canal de Punta Indio aumentando la distancia a recorrer y encareciendo así el flete para los puertos cerealeros. No obstante, desde el Ministerio de Transporte de la Nación sostienen que son dos obras que corren por carriles separados