Silicon Valley, sobre la refinada bahía de San Francisco y sede de las principales compañías tecnológicas mundiales, se convirtió con el tiempo en una modelo a seguir cuando se trata de reunir en un cluster empresario/institucional/académico que en un mismo espacio reúne a los principales actores de un sector vinculado a la innovación.

Por ejemplo, el Gran Rosario –con sus aceiteras, puertos cerealeros, y la Bolsa de Comercio- concentra la producción y exportación nacional de la oleaginosa y por eso busca desde hace tiempo identificarse como el “Silicon Valley de la soja de América del Sur”. Y ahora se suma otro sector de la economía provincial que busca constituirse en el oeste santafesino como un nuevo enclave que a la producción industrial le sume más agregado de valor: el de las fábricas de maquinas e implementos agrícolas.

“Hay que convertir a la Argentina en el Silicon Valley de la maquinaria agrícola”, señaló Eduardo Borri, presidente de la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), durante el encuentro de fin de año de la entidad.

El AgroValley debe ser impulsado buscando sinergizar nuestra cámara con otras instituciones, como el INTA, el INTI, el Cideter, universidades y obviamente los gobiernos provinciales y nacional. Tenemos todo para lograrlo, como pudimos observar en la cantidad de premios cosechados por nuestras empresas en distinciones que galardonaron los desarrollos tecnológicos a lo largo de este año”, agregó el dirigente industrial.

“Nuestras empresas facturan un promedio de 10 mil dólares por mes por empleado, lo que lleva a la cadena de valor a una facturación mayor a los 3 mil millones de dólares y 32 mil puestos de trabajo. Esto implica que cada 1 % que crece nuestro sector produciendo localmente, genera 300 puestos de trabajo y unos 36 millones de dólares de facturación anual”, señaló el empresario.

 Borri toma la bandera del “AgroValley” luego de que el sector cerrara un 2021 a todo marcha y con perspectiva de un 2022 en pleno crecimiento. Por ejemplo, con respecto al año que cierra algunos números que muestran la buena performance son:

1) Hubo un incremento de 20% en la cantidad de unidades producidas, sobre todo en los rubros de tractores, sembradoras y pulverizadoras.

2) Se realizaron exportaciones por u$s 80 millones, superando los u$s 50 millones del año anterior. Si bien el balance es positivo, el volumen está lejos aún de las ventas registradas en 2012 poru$s250 millones.

3) Las ventas en el mercado interno entre enero y septiembre sumaron $117.000 millones, un 75% más en relación al mismo período del año pasado.

4) Esta expansión vino de la mano de una mayor demanda de mano de obra -se generaron 5.000 puestos adicionales de trabajo en toda la cadena de valor metalmecánica- y la inversión de muchas empresas en ampliar sus instalaciones y actualizar su equipamiento y tecnología de producción.

Con respecto a 2022, el objetivo está puesto en las exportaciones. Por eso, en 2022 se buscará recuperar destinos como Rusia y Europa del Este, fortalecer África y consolidar Sudamérica, esperando superar los u$s 100 millones de ventas al exterior en el transcurso del año. “Está apareciendo cada vez con más fuerza el concepto de NearShoring o abastecimiento de cercanía por la crisis mundial de fletes y quizás esto nos traiga oportunidades con el Mercosur reemplazando productos de otras latitudes”, agregó Borri.

Sobre los ejes de trabajo de Cafma para el año próximo, el industrial puso énfasis en la capacitación. “Vamos a seguir impulsando y alentando la educación técnica. Por más tecnología que coloquemos, si no tenemos gente preparada detrás los esfuerzos de capital serán en vano”, resaltó.

Finalmente, se refirió a las demora en la sanción de la Ley de Maquinaria Agrícola “Necesitamos de la clara definición de contenido nacional sea por ley o por decreto, pero no podemos seguir tratando por igual a los distintos. Sé que hay buena voluntad de poder encarar seriamente el tema y debería ser el 2022 el año en donde estos grises se pongan en blanco y en negro. La Argentina requiere de más trabajo de calidad si queremos desarmar todo el andamiaje de planes sociales que fueran necesarios en un momento pero que, a medida que la actividad aumenta, ya deben ser convertidos en trabajo genuino”, dijo Borri.

“Nos espera un 2022 con mucho trabajo y con muchas posibilidades de que el sector de maquinaria agrícola despliegue todo su potencial. Esperamos con muchas ganas este nuevo año donde podremos volver a encontrarnos en ferias y jornadas que nos permiten aumentar la sinergia con usuarios y clientes, quienes nos impulsan a seguir desarrollando tecnología para hacer cada vez más eficiente la maquinaria que mueve la actividad agroalimentaria”, finalizó.