El presidente Alberto Fernández volvió a agitar este viernes la posibilidad de una suba de retenciones a las exportaciones agropecuarias como instrumento para que el aumento mundial del precio de los granos por la guerra en Ucrania no sume presión a la fuerte inflación en alimentos que sufre el país.

“Se debe hacer algo para que los precios internos se desacolpen de los precios internacionales, y el modo son las retenciones”, dijo el jefe de Estado en declaraciones a una radio porteña. "Las retenciones son un tema legislativo y necesito que el Congreso acompañe", agregó el primer mandatario.

"Necesitamos que los alimentos en Argentina recuperen el precio interno. Tenemos que hacer algo para que los precios internos se desacoplen y el modo son las retenciones", enfatizó. "Los dirigentes de la oposición fueron hace menos de un mes a hacer un tractorazo por el impuesto a la ganancia inesperado que solo la pagaban personas ricas. Sus votos son imprescindibles para hacer una modificación de esa naturaleza", continuó.

Esta semana se reactivaron las versiones de la suba de retenciones luego de que la mayoría de los molinos desecharan sumarse al plan de subsidios oficiales (vía un fideicomiso) para no trasladar al precio de la harina el aumento del precio del trigo. Los molinos no se prendieron porque temen que los subsidios se demoren en pagar generándoles así un fuerte descalce financiero. También ocurre que hay un 30% de venta en negro de harina y pan.

Ante ese traspié, y el anuncio de los panaderos de un nuevo aumento en el pan a partir de la semana que viene,  el secretario de Comercio Interior, Guillermo Feletti, reflotó la amenaza de las retenciones, pese a que el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, insiste con que no se tocarán los derechos de exportación.

El gobierno, en principio, no podría tocar más las alícuotas de retenciones porque no tiene las "facultades delegadas" por el Congreso. Se vencieron en diciembre pasado. Y no se renovaron porque eso estaba previsto en el proyecto de Ley de Presupuesto, que no se aprobó.

De todos modos, el gobierno tocó las alícuotas sin tener esas facultades: las bajó a economías regionales en enero y las subió para derivados de la soja hace un mes. Es decir, avanzó pese al vencimiento de la ley de Emergencia de diciembre de 2019 y podría volver a hacerlo.

No obstante, ahora la Justicia de Córdoba hizo lugar a un amparo de la Sociedad Rural que pide declarar la inconstitucionalidad de las actuales retenciones, justamente con el argumento de que no hay facultades delegadas. Es por eso que un nuevo incumplimiento quedaría más en evidencia.

Y en caso de avanzar puede argumentar que como no se renovó la ley de 2019 ésta sigue vigente. En ese caso, existen topes bien definidos. La Ley de 2019 estableció que la soja podría tributar hasta 33%. Ya está. No pueden subir más. Para el resto de los productos agropecuarios, incluyendo la carne y los cereales, el tope fijado por el Congreso en la ley vencida es del 15%. Trigo y Maíz hoy tributan 12%. Quedarían tres puntos por subir.