Wall Street reconoció que el impago de deuda en que incurrió el Estado nacional el 22 de abril configura un caso de default y a través de esa resolución se disparó el pago de pólizas contra eventos de cesación de pagos a favor de distintos fondos de inversión. Se calcula que se trata de unos 1.500 millones de dólares.

Los seguros contra default (credit default swaps o CDS en inglés) son instrumentos de cobertura que compran fondos de inversión para protegerse ante una eventual cesación de pagos. Son operaciones entre privados, generalmente grandes bancos y fondos, por lo que no implica un gasto para el gobierno.

La determinación de que corresponde abonar los CDS la tomó este lunes la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), en Washington.

El ISDA está integrado por grandes bancos y fondos de inversión, incluso algunos de los que actualmente están negociando con el Gobierno por la reestructuración de la deuda. Entre ellos, Blackrock, PIMCO y Alliance Bernstein.

El gobierno apuntará esta semana a acercar sus posiciones con los acreedores para poder cerrar el canje de deuda.

Por lo pronto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró este lunes que la oferta de la Argentina a los bonistas es "consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda".

"El análisis del personal técnico demuestra que la propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades argentinas sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad", indicó el FMI a través de un "comunicado técnico", en referencia a la nueva oferta presentada por el gobierno la semana pasada.

El análisis además sugiere que existe "solo un margen limitado para incrementar pagos a los acreedores privados y al mismo tiempo cumplir con los umbrales de deuda y servicio de la deuda estimados por el personal técnico del FMI", expresó el Fondo, en un fuerte respaldo a la propuesta oficial.