En el marco del Día de la Industria, la UIA recibió al presidente Alberto Fernández y al ministro de la Producción, Matías Kulfas, a quienes presentaron un documento con propuestas para la reactivación productiva, acompañadas por un duro diagnóstico sobre el impacto de la pandemia en los sectores productivos.

El documento se titula: “Hacia una nueva normalidad: propuestas para la reactivación productiva”. Allí se incluyeron los datos de una encuesta realizada durante mayo de este año, en uno de los momentos de más impacto de la pandemia en el sector.

Los datos mostraron que en ese momento el 63% de las empresas no estaba produciendo o tenía caídas mayores al 50%. Según los datos presentados, el 21% no estaba produciendo; el 43% tenía una caída mayor al 50%; el 20% tenía una caída de entre 25% y 50%; y el 17% producía igual o más que antes.

En tanto, la caída de las ventas –en comparación con nivel previo a la pandemia– afectaba al 62% de las empresas con bajas mayores al 30%.

Pese a este diagnóstico de la Unión Industrial Argentina, desde el Gobierno sostienen que la actividad productiva ya está alcanzando niveles prepandemia. De hecho, a partir de julio, según datos de la propia UIA, la actividad comenzó a mejorar. Aunque reconocen que aún resta camino por recuperar, por lo que ayer comenzó con las primeras medidas de reactivación, con créditos e incentivos.

Entre las medidas que la UIA pidió al Gobierno están una ampliación de moratoria impositiva, la continuidad del ATP, financiamiento para la producción, una prejubilación anticipada, la readecuación del esquema de derechos y reintegros a las exportaciones y incentivos fiscales para el empleo pyme.

En el documento presentado a Alberto Fernández, la cámara empresaria destacó que la pandemia del covid-19 dejará fuertes secuelas a nivel global y local, en un contexto internacional inédito y comparó la situación actual con la recesión que se produjo con la Segunda Guerra Mundial (1945-46).

“Para la economía argentina, esta crisis agrava los problemas preexistentes. La transición hacia la nueva normalidad estará atravesada por el impacto económico de la pandemia y la vulnerabilidad económica que se arrastra de la fase previa. Además, la convivencia con el virus en el presente y futuro inmediato seguirá afectando los procesos productivos, hasta la llegada de una vacuna o de un tratamiento efectivo”, indicaron.

“La Argentina cuenta con el tercer mayor entramado industrial de América Latina y con mucho potencial para avanzar en su desarrollo. Los recursos naturales en agro, energía y minerales, la calificación de los trabajadores, las capacidades científicas y del sector de servicios basados en el conocimiento son algunos de los activos de los que el país dispone para encarar esta nueva etapa”, explicaron.