El designado ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, mantuvo este domingo una serie de reuniones en su casa antes de asumir en reemplazo del renunciante Nicolás Dujovne.

El ahora ex ministro bonaerense recibió primero al presidente del Banco Central, Guido Sandleris, para analizar la marcha de la política monetaria y cambiaria, informaron fuentes oficiales.

Lacunza y Sandleris mantienen una buena relación personal ya que trabajaron juntos en la provincia de Buenos Aires a comienzos de la gestión de María Eugenia Vidal, destacaron las fuentes.

Más tarde, Lacunza se reunió con su antecesor Dujovne, para coordinar la transición.

Previo a estas reuniones, el flamante ministro también recibió en su casa a Damián Bonari, su reemplazante en la Provincia, junto a Sebastián Katz, Milagros Gismondi y Pedro Rabasa, entre otros.

Los encuentros se producen 24 horas después de que el nuevo funcionario nacional reemplazara en el cargo a Dujovne, y previo a la llegada de una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que auditará las cuentas nacionales, para autorizar el desembolso de unos US$ 5.300 millones.

Más temprano, el presidente Mauricio Macri destacó la trayectoria del designado ministro Lacunza, a quien calificó como "la persona indicada para esta nueva etapa", al tiempo que valoró la "capacidad" y "honestidad" del renunciante Nicolás Dujovne.

Llega el FMI

La próxima misión del FMI debería llegar en los próximos 15 días a Buenos Aires para revisar el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias comprometidas en el segundo trimestre, las cuales se cumplieron con cierta holgura. 

Ante esto, la mirada estará puesta entonces en si el Gobierno podrá cumplir con la meta de alcanzar equilibrio fiscal para este año, o un déficit de menos de un punto del PBI, luego de las medidas anunciadas que implican el diferimiento en el pago de varios impuestos, o la rebaja de Ganancias.

El próximo desembolso en torno a los US$ 5.300 millones debería llegar para mediados de septiembre, y permitir aliviar la situación financiera en medio de las elecciones de octubre.

Éste es el último gran desembolso que tiene previsto por el FMI en el acuerdo alcanzado en septiembre del año pasado por US$ 53.000 millones, que permitieron refinanciar la deuda argentina.

Luego está previsto que lleguen a razón de US$ 1.000 millones trimestrales hasta mediados de 2021.