El Banco Macro denunció penalmente esta semana a Vicentin por entender que la agroexportadora le presentó información contable falsa para obtener créditos por 500 millones de pesos a semanas de declarar el default. La denuncia penal lleva la firma de Juan Pedro Rodenas, abogado apoderado de Banco Macro y se presentó ante la Fiscalía de Delitos Complejos a cargo del fiscal Miguel Moreno. La denuncia penal se suma a la que ya presentó el Banco Nación y a la que presentaron los bancos extranjeros. Con esta nueva presentación, los principales bancos acreedores coinciden con que la caída de Vicentin tuvo más que ver con una gran estafa que con un problema económico, como sostiene la firma,

Según relatan en el escrito, el 25 de septiembre de 2019 Vicentín solicitó una asistencia crediticia (vía acuerdo en cuenta corriente) por $280 millones. Y el 30 de septiembre, otra vez bajo la modalidad de acuerdo en cuenta corriente, solicitó otro crédito por la suma de $ $228 millones. Es decir, la empresa comenzó a operar la cuenta corriente, girando contra los acuerdos otorgados, por la suma total de $ 508 millones. Pero en diciembre la empresa entra en default y el 10 de febrero se presenta en convocatoria de acreedores.

Según el análisis que presenta el abogado Rodenas, apoderado del banco, “no hubo incompetencia o negligencia de los administradores de Vicentin sino que habría mediado mala fe y existiría una maniobra para defraudar al banco”.

El Macro argumenta que le otorgaron el financiamiento porque “la empresa adjuntó los estados contables cerrados al 31 de octubre de 2018 en los que mostraba una empresa superavitaria y con solvencia económica suficiente para contraer el crédito con nuestra entidad y afrontar todos los pasivos existentes a esa fecha con un superávit de 424.000.000 millones de dólares y un patrimonio de 570 millones de dólares”.

Pero no sólo eso. “A los fines de mostrar lo grotesco del tema, con fecha 26 de septiembre de 2019 se firmaron los estados contables al 31 de julio de 2019. Estos estados contables iban en línea con los mencionados en los puntos anteriores, mostraban la solvencia de la empresa y su solidez económica. Volvía a mostrar una posición activa corriente neta de 501 millones de superávit. Con estos números resulta imposible que la empresa no pudiese haber afrontado todos sus pasivos, y mucho menos que se hubiese presentado en concurso de acreedores apenas unos días más tarde”, agrega la denuncia.

Luego de mencionar la irregularidad de que el juez de Reconquista, Fabián Lorenzini, aceptara abrir el concurso de acreedores sin el balance 2019, el banco sostiene que “el Directorio de la empresa tenía dos opciones: realizar un gran ajuste sobre los ejercicios anteriores, y obtener un Balance real del año 2019, con opinión favorable de la Auditoría; o proponer un nuevo balance falso, generando una enorme, gigantesca e inexistente pérdida durante el año 2019, pero en este último caso no podían pretender contar con opinión favorable de la Auditoría. Y los directores se volcaron por la última dejando así a la vista la maniobra burda llevada a cabo de generar artificialmente una pérdida monstruosa en ese ejercicio de $71 mil millones".

Para el abogado del Macro, “es tan poco serio el Balance presentado que los Auditores no convalidan ninguna parte del mismo”. Y por eso Rodenas sostiene: “Es claro que la pérdida que muestra el ejercicio cerrado al 31 de octubre de 2019 no es real ni seria. Es simplemente imposible, más todavía si se tienen en cuenta los informes presentados al 31 de julio de 2019. Es claro que la empresa fabricó una pérdida gigantesca para no reconocer que los balances –por lo menos de los años 2017 y 2018- eran falsos. El derrumbe inexplicable. En 3 o 6 meses se esfumaron 1300 millones de dólares”.

"No se trata de un mero incumplimiento contractual, sino que existió un ardid por parte de los funcionarios de Vicentin, que hicieron presumir una solvencia que como se dijo nunca tuvo procurando con mala fe conseguir lo que finalmente se obtuvo", sostiene el banco Macro

Según el banco, “cuando en septiembre de 2019 se presentaron a solicitar asistencias crediticias era imposible que sus directivos no supiesen que el ejercicio que cerraría un mes después arrojaría una pérdida de 71 mil millones de pesos. Es evidente que sólo procuraron su beneficio a sabiendas que ocasionarían un perjuicio a nuestra entidad. También es claro, que la pérdida venía generándose en ejercicios anteriores y sólo habrían buscado ocultarla para permitir la toma de los créditos y la consecuente defraudación a mí mandante.”

Rodenas cuenta que “mi mandante tiene la sospecha de que Vicentín le ha entregado documentación contable que no condecía con su realidad económica, y de corroborarse ello, habría otorgado las asistencias crediticias bajo engaño. La Empresa aparentó una situación económica que no era tal, con el sólo fin de obtener una asistencia crediticia que nunca hubiese sido otorgada de haberse conocido la verdadera situación financiera de Vicentín. Vale aclarar que no se trata de un mero incumplimiento contractual, sino que existió un ardid por parte de los funcionarios de Vicentin, que hicieron presumir una solvencia que como se dijo nunca tuvo en ente societario, procurando con mala fe conseguir lo que finalmente se obtuvo”.